Un mayor control de la inmigración es una de las prioridades legislativas del Gobierno británico que serán presentadas hoy por la reina Isabel II en el Parlamento.
En un solemne discurso en la Cámara de los Lores, la soberana leerá el programa legislativo que ha preparado el Gobierno de coalición que preside el primer ministro conservador David Cameron.
Cuando faltan dos años para las elecciones generales, el programa incluye hacer más fácil la deportación de delincuentes extranjeros y reforzar los controles para detectar inmigrantes ilegales.
Tras las dificultades que ha tenido el Gobierno para deportar al imán Abu Qatada a Jordania, donde es requerido por delitos de terrorismo, la coalición introducirá un proyecto de ley destinado a facilitar a las autoridades la expulsión de criminales.
Al mismo tiempo, la coalición -formada por conservadores y liberaldemócratas- quiere impedir que los extranjeros que están en situación irregular en el Reino Unido puedan sacar el permiso de conducir, utilizado en este país como forma de identidad, al igual que el pasaporte, al no haber carné de identidad.
Además, se obligará a los propietarios que alquilen sus viviendas a revisar la situación de inmigración de los inquilinos, en el caso de que sean de países no comunitarios.
Como parte de este proyecto de ley, las empresas tendrán que pagar una fuerte multa por emplear a inmigrantes ilegales.
Entre los proyectos figuran el cambio en la pensión estatal, que permitirá a los jubilados cobrar una pensión única semanal de 144 libras (167 euros), en lugar de las actuales 107 libras (124 euros), que redondean con otros pagos por diversos conceptos.
Según los medios británicos, por primera vez en 17 años, estará presente hoy en el Parlamento el príncipe Carlos, heredero al trono, quien el próximo noviembre representará a la reina en la reunión de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) ya que la soberana reducirá sus viajes debido a su edad.