Unos dos millones de trabajadores del sector público secundan este miércoles la mayor huelga celebrada en Reino Unido en décadas para rechazar la reforma del sistema de pensiones que propone el Gobierno.
Hospitales, colegios, y oficinas gubernamentales estarán cerrados u operarán bajo mínimos, y se esperan retrasos en los puertos y aeropuertos, mientras se prevé que se lleven a cabo por todo el país hasta 1.000 manifestaciones.
Las autoridades calculan que más de la mitad de las 21.700 escuelas públicas de Inglaterra (el 58 por ciento) han cerrado sus puertas.
Los sindicatos tildan de "injustas" las modificaciones previstas en el sistema de pensiones, frente a un Gobierno que las defiende como necesarias para asegurar la viabilidad del sistema en un momento con expectativa de vida más elevada.
Se trata de la mayor medida de fuerza organizada en el Reino Unido desde la huelga general de 1926 y la mayor confrontación con un Gobierno conservador desde la época de la primera ministra Margaret Thatcher.
La reforma, además de elevar la edad mínima para cobrar las pensiones, se prevé aumentar las contribuciones individuales y reducir el monto final, que pasará a calcularse con una media del salario percibido en toda la vida laboral, en lugar de con la última remuneración.
En un intento por evitar la huelga, el Gobierno presentó este mes una nueva oferta "mejorada" que contempla que el retraso previsto de la edad de jubilación no afecte a los funcionarios que vayan a jubilarse la próxima década, que a su vez mantendrían invariable el monto de su pensión.
Además, el Ejecutivo planteó también incrementar el límite de las contribuciones estatales y mejorar el ratio por el que las pensiones aumentan su valor anualmente.