Los negociadores del Reino Unido y la Unión Europea (UE) retoman este martes en Londres la sexta ronda formal de negociaciones comerciales post Brexit donde esperan desatascar un proceso varado por "diferencias significativas" sobre "asuntos importantes".
Cara a esta fase negociadora, un portavoz de Downing Street -la residencia y despacho oficial del primer ministro británico, Boris Johnson- reconoció que una serie de "diferencias significativas" se interponen entre ambas partes para poder llegar a un pacto.
La misma fuente admitió que las negociaciones mantenidas hasta ahora han sido "constructivas" si bien sigue habiendo "diferencias significativas sobre varios asuntos importantes" que se interponen entre los dos lados.
El portavoz del "premier" apuntó asimismo que la posición británica sobre otros asuntos de relevancia como son "la soberanía, la legislación y la pesca" está "clara": "No cederemos nuestros derechos como Estado independiente".
"Continuaremos involucrándonos de manera constructiva con la UE sobre estos asuntos clave y trabajaremos duro a fin de alcanzar un boceto amplio de acuerdo, pero como ya hemos dejado claro durante todo este tiempo, no estamos pidiendo un acuerdo único, especial o a a la carta", aclaró.
Para esta nueva ronda de diálogo, el negociador jefe del bloque europeo, Michel Barnier, ha regresado a la capital británica, donde anoche mantuvo una cena de trabajo con varios colegas, entre ellos el negociador británico para Europa, David Frost.
"Con motivo de la cena de trabajo con mi colega David Frost Carlton Gardens, (mantuvimos) un breve momento recordando nuestra historia europea compartida", señaló Barnier en su tuit, donde recoge un momento vivido con Frost frente a un monumento conmemorativo de guerra en la capital británica.
Son varios asuntos que ocasionan divergencia entre Londres y Bruselas y que dificultan cualquier acuerdo antes de que concluya el periodo de transición el próximo enero.
Se prevé que, en este sentido, las sesiones de hoy incluyan el llamado "level playing fiel" o algo así como "campo de juego en igualdad de condiciones", que alude a las medidas diseñadas para asegurar una competencia justa entre ambas partes, o a los asuntos derivados de las disposiciones futuras para la pesca.
Inicialmente, Boris Johnson había señalado que no había "ningún motivo" por el que no se pudiera cerrar ese acuerdo en julio, si bien esto queda ahora lejos de la realidad.
El Reino Unido ha descartado extender el periodo transitorio del Brexit, lo que implica que las actuales disposiciones con la UE expirarán a finales de este año.
"No queremos arrastrar las negociaciones al otoño y queremos realizar progresos de la manera más rápida posible a fin de dar certeza y claridad a las empresas", señaló la misma fuente de Downing Street.