Ocho integrantes de una red de esclavitud que operaba en el Reino Unido fueron condenados a penas de hasta once años de cárcel tras haber traficado más de 400 víctimas procedentes de Polonia.
El grupo de criminales embaucaba a personas "vulnerables", a las que captaba en Polonia, para que viajaran al Reino Unido con la promesa de un empleo y mejores condiciones de vida, pero una vez en este país, las obligaban a vivir hacinadas en alojamientos infestados de ratas y en deplorable estado y controlaban sus cuentas bancarias, salarios y todos sus movimientos.
Los ocho traficantes -cinco hombres y tres mujeres- son, según la policía, miembros y cómplices de "dos familias polacas de delincuentes" y han sido condenados por diferentes delitos de esclavitud, tráfico de personas y blanqueo de dinero.
De los ocho individuos, cinco ya han sido encarcelados y los otros tres esperan conocer su sentencia próximamente.
La red de esclavitud, que llegó a ganar dos millones de libras (unos 1.700 millones de pesos chilenos) con sus operaciones ilegales, se desmoronó cuando dos de sus víctimas lograron huir de sus captores en 2015 y relataron sus vivencias a la organización contra la esclavitud "Hope For Justice".
Buscaban personas desesperadas
A la hora de reclutar a sus víctimas, sus objetivos siempre eran personas desesperadas, entre ellas, personas en situación de calle, ex convictos o alcohólicos, a quienes trasladaban al Reino Unido en autobuses.
En el Reino Unido los repartían en viviendas de pésimas condiciones de salubridad, en las que tenían que dormir en colchones compartiendo habitación con otras tres personas, según relataron algunas víctimas a la policía.
Entre los trabajos que les asignaban, les forzaban a cumplir con largas jornadas laborales en centros de reciclaje de basuras, granjas o fábricas de procesado de carne de pavo, tareas por las que apenas les "pagaban" 20 libras (unos 17 mil pesos chilenos) semanales, reteniendo el grueso de sus sueldos.
"La mayor conspiración de este tipo"
El inspector jefe de la policía de West Midlands, Nick Dale, indicó a los medios británicos que están ante "la mayor conspiración de este tipo" detectada en el Reino Unido.
Los víctimas eran "atrapadas" y posteriormente "sistemáticamente coaccionadas" para trabajar para el grupo, dijo.
Los reclutados en Polonia eran personas que "realmente necesitaban el trabajo, por encontrarse en una posición en la vida de la que necesitaban salir", explicó Dale, que agregó que "en algunos casos, estaban desesperadas por lograr dinero con el que pagar cuidados médicos urgentes para familiares".