El Reino Unido simplificará la ley del divorcio para hacerla más permisiva, tras ser objeto de numerosas críticas por los extensos plazos que debe esperar una pareja para separarse.
De acuerdo con el Acta de Causas Matrimoniales de 1973, un matrimonio debe alegar que su vínculo está "irremediablemente roto" por cinco posibles causas: adulterio, conducta irracional, abandono (tras dos años de deserción) o una separación de dos años en un divorcio consensuado, y de cinco en el caso de un divorcio disputado.
Esta legislación ha sido objeto de críticas y provocó la propagación de una práctica conocida como "el juego de la culpa", porque si uno de los miembros de la pareja acusaba al otro de adulterio o conducta irracional, no tenía que esperar años para obtener el divorcio, explicó el ministro de Justicia británico, David Gauke.
La nueva ley, que será introducida al Parlamento "tan pronto como lo permita el tiempo parlamentario", extenderá los motivos del divorcio, manteniendo el concepto de que el matrimonio debe estar "irremediablemente roto", pero sin tener que recurrir a dichas causas.
Vigente en Inglaterra y Gales, la modificación legislativa introducirá un periodo de mínimo seis meses desde la petición de divorcio hasta la consumación del mismo, un tiempo que, según precisó el ministro, servirá para que las parejas "reflexionen" y tengan una "oportunidad de retractarse".
Además, incluirá una opción para pedir el divorcio conjunto y suprimirá que uno de los dos pueda rechazar la ruptura si el otro miembro quiere divorciarse.
Los cambios se producen tras la polémica en julio pasado, cuando un Tribunal Supremo rechazó el divorcio de una mujer que alegó ser "infeliz" en su matrimonio, una decisión que obligaba a la pareja seguir unida hasta pasados los cinco años de separación.