Con preocupación, británicos se aprestan a conmemorar un año de los ataques en Londres

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Autor: Cooperativa.cl

Dos minutos de silencio y la instalación de placas conmemorativas en la estaciones de metro donde ocurrieron tres de los atentados marcarán, el viernes, el primer aniversario del episodio que dejó 52 muertos y 700 heridos.

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Un año después de que suicidas con bombas desataron una matanza en pleno Londres, los británicos se preparan para recordar el próximo viernes a las víctimas de los ataques del 7 de julio de 2005, en medio de continuas preocupaciones sobre posibles nuevos atentados de militantes islámicos.

 

Millones de personas tienen planeado homenajear con dos minutos de silencio a las 52 personas que murieron y las 700 que resultaron heridas como consecuencia de la acción de cuatro jóvenes musulmanes con nacionalidad británica que se inmolaron en distintos puntos del sistema de transporte de la ciudad.

 

El primer ministro Tony Blair, cuya agresiva política exterior y su apoyo a la invasión de Irak han sido citados como factores que motivaron a los atacantes suicidas, se unirá a la nación en los dos minutos de silencio que se guardarán a mediodía.

 

Cuatro velas serán colocadas en la catedral de Saint Paul, una por cada una de las bombas que fueron detonadas, en los tiempos exactos de las explosiones.

 

Los nombres de las víctimas serán leídos en la ceremonia en el Regent's Park y se colocarán placas conmemorativas en la estaciones de metro donde ocurrieron tres de los ataques.

 

El alcalde de Londres, Ken Livingstone, asistirá al servicio en la plaza central de la ciudad donde el suicida con bomba más joven, Hasib Hussain de 18 años, detonó sus explosivos en un autobús de dos pisos.

 

En medio de ese panorama, muchos de los 1,8 millones de musulmanes en Gran Bretaña sienten que su comunidad ha sido blanco de la policía desde los ataques.

 

Dos redadas antiterroristas, en las que policías dispararon a dos hombres inocentes, uno de los cuales murió, no han ayudado a la situación.

 

Los sobrevivientes de los ataques con bombas dicen que muchas de sus preguntas aún deben ser respondidas y algunos quieren una completa investigación pública sobre lo sucedido en el agitado día, que los británicos recuerdan simplemente como el 7/7.

 

Ningún acusado

 

A pesar de haber tomado declaraciones a más de 10.000 testigos y luego de haber seguido al menos 12.000 pistas, la policía ha fracasado en acusar a algún presunto responsable en conexión con los ataques.

 

El Gobierno reconoció que sabe poco sobre la motivación de los atacantes, sobre su posible entrenamiento en el exterior o sobre los supuestos vínculos con la red Al Qaeda.

 

"¿Qué se puede hacer para evitar que esto ocurra de nuevo?," preguntó John Tulloch, uno de los sobrevivientes de los ataques quien desde entonces escribió un libro sobre el 7/7. "Absolutamente nada," concluyó.

 

El Gobierno de Blair ha tratado de endurecer la legislación antiterrorista debido a los ataques, pero se ha enfrentado a la vigorosa oposición de los defensores de los derechos civiles.

 

Funcionarios de inteligencia han tratado de infiltrarse en comunidades musulmanas en Gran Bretaña y en el exterior, pero analistas de seguridad dicen que los intentos han sido sólo parcialmente exitosos.

 

"Se necesita hacer más esfuerzos para comunicarse efectivamente con el mundo árabe e islámico para tender un puente en el abismo de desconfianza que alimenta al terrorismo internacional," concluyó el Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento británico en un informe publicado la semana pasada.

 

Mientras tanto, la policía británica estará en las calles de la ciudad para evitar imitaciones de los ataques.

 

El 21 de julio del año pasado, sólo dos semanas después de los fatídicos ataques con bombas, cuatro hombres intentaron imitar a quienes se inmolaron, pero fueron descubiertos cuando sus explosivos fallaron.

 

Para los sobrevivientes de los ataques, el viernes se revivirán recuerdos dolorosos, especialmente para aquellos que se aventuran a viajar en el intrincado sistema de trenes subterráneos de Londres.

 

"Hasta el momento no me siento segura en las horas de punta en el metro. Se que habrá otro ataque, se que no estamos seguros," reconoció Rachel North, quien sobrevivió al más sangriento de las cuatro bombas.

 

"Se siente como si tomara mi vida en mis manos todo el tiempo," añadió. (Agencias)

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