Pese a que las misivas fueron enviadas a lugares públicos concurridos por cientos de habitantes, la policía aseguró que éstas sólo pretendías asustar y no matar.
Un hombre de 48 años quien aseguró ser el responsable de una de las siete cartas-bomba recibidas en las últimas semanas en varias oficinas del Reino Unido fue detenido este viernes por la policía, que indaga su real responsabilidad en el hecho.
El sospechoso fue arrestado en aplicación de la ley de Salud Mental, después de telefonear a una emisora de radio para atribuirse la autoría de la carta-bomba que el pasado lunes hirió a dos personas en la localidad de Wokingham.
Tras la detención del hombre, cuya identidad se mantiene en reserva, los agentes policiales registraron dos inmuebles residenciales, uno en Wokingham y otro en la vecina localidad de Bracknell.
"Pese a este significativo hecho, sigue adelante una importante investigación policial que llevan a cabo varias fuerzas", afirmó el oficial Anton Setchell, de la Unidad Nacional de Situaciones Extremas (NCDE, por su sigla en inglés).
Las siete cartas-bomba, cinco de las cuales llegaron a estallar e hirieron a nueve personas, tuvieron como objetivo empresas o agencias vinculadas al Gobierno.
Además, todas las firmas identificadas tenían relaciones con el sistema judicial, concretamente con actividades forenses y la regulación del tránsito.
Sin embargo, la policía señaló que los paquetes con explosivos pretendían asustar, más que matar a alguien. (EFE)
