El documento destaca, entre otras cosas, que en 2035 habrá armamento que podrá destruir los sistemas de comunicaciones en un área determinada, además del tradicionalmente temido ataque con armas de neutrones.
Armas de pulso electromagnético, muchedumbres convocadas al instante a través de las nuevas tecnologías y las tensiones entre el Islam y Occidente son algunas de las amenazas que deberán afrontar los militares del Reino Unido en los próximos 30 años, según un informe del Ministerio de Defensa.
El documento, al que ha tenido acceso el diario británico The Guardian, analiza en sus 90 páginas cuestiones como la importancia económica creciente de países como China o la India o la militarización del espacio, y presta especial atención a las armas futuras.
Según los autores del informe, las armas de pulso electromagnético podrían estar operativas hacia 2035, con capacidad para destruir todos los sistemas de comunicaciones en un área seleccionada, como un centro de negocios.
Por otra parte, el desarrollo de armas de neutrones permitirá causar daños mortales sin destruir infraestructuras, por lo que podrían ser utilizadas para llevar a cabo "limpiezas étnicas extremas en un mundo cada vez más poblado".
El documento también destaca el uso de chips conectados al cerebro y el desarrollo de las tecnologías de la información, que permitirán a estados, grupos terroristas o bandas criminales movilizar a multitudes instantáneas (flashmobs), lo que supone un reto para las fuerzas de seguridad.
Las tensiones entre el mundo islámico y Occidente se mantendrán y pueden, de forma creciente, ir dirigidas a China, "cuyo materialismo de nuevo cuño, pujanza económica y ateísmo institucionalizado será un anatema para el Islam ortodoxo", predice el informe.
El texto también predice que la clase media podría convertirse en los próximos 30 años en una clase revolucionaria, "adoptando el papel previsto por Marx para el proletariado", ante la creciente brecha entre ellas y los grupos más ricos de la sociedad.
Para el año 2010, más del 50 por ciento de la población mundial estará viviendo en ciudades en vez de en el campo.
La población mundial aumentará hasta los 8.500 millones de personas para el 2035, el 98 por ciento de las cuales vivirá en los países menos desarrollados.
La población en países de Medio Oriente se incrementará en 132 por ciento y en el África subsahariana en 81 por ciento en esos años, mientras que en Europa disminuirá debido a la caída de la fertilidad, según el documento, elaborado por el almirante Chris Parry, director del Centro de Desarrollo, Conceptos y Doctrina del Ministerio de Defensa.
El informe también predice que se mantendrán los actos de extrema violencia, apoyados por elementos dentro de los países islámicos y con una explotación en los medios de comunicación para multiplicar su efecto.
En cuanto al cambio climático, el documento destaca que el calentamiento del planeta continuará a un ritmo sin precedentes durante el siglo XXI.
El informe también aborda lo que denomina la "decreciente calidad de las noticias", debido al aumento de los "ciudadanos-periodistas con acceso a internet" y la presión por publicar historias en detrimento de los hechos. (EFE)
