Los acusados, de entre 18 y 28 años, deberán seguir al menos dos semanas detenidos, mientras la policía sigue interrogando a otros cinco vinculados al eventual ataque de agosto pasado.
Un juez británico dictó prisión preventiva durante dos semanas para ocho sospechosos relacionados con un supuesto complot para derribar aviones en vuelo desde el Reino Unido hasta EE.UU.
Los imputados, de entre 18 y 28 años, comparecieron por videoconferencia desde la prisión de máxima seguridad de Belmarsh -sur de Londres-, ante el tribunal penal londinense de Old Bailey, acusados de conspirar para asesinar y preparar actos de terrorismo.
Los presuntos extremistas, en su mayoría musulmanes de origen paquistaní, fueron detenidos en agosto pasado en varias redadas practicadas en Londres, Birmingham y el condado de Buckinghamshire,
Scotland Yard, que desarticuló la eventual trama extremista el pasado 10 de agosto, sospecha que estos individuos pretendían introducir explosivos líquidos, ocultos en el equipaje de mano, en 10 aviones para hacerlos detonar en pleno vuelo entre el Reino Unido y Estados Unidos.
Los arrestados forman parte de los 24 sospechosos detenidos entre el 9 y 10 de agosto en conexión con la supuesta conspiración, de los que 15 ya han sido acusados formalmente de delitos de terrorismo, mientras que cuatro quedaron libres sin cargos.
La semana pasada, la policía londinense obtuvo permiso judicial para prorrogar hasta este miércoles el interrogatorio de las últimas cinco personas que siguen detenidas por su presunta implicación en el complot.
Según la nueva legislación antiterrorista británica, en vigor desde 2005, las fuerzas del orden disponen de un plazo máximo de 28 días, desde el momento de la detención, para interrogar a los sospechosos.
Sin embargo, la policía no puede agotar la totalidad de esas cuatro semanas sin requerir cada cierto tiempo un permiso judicial.
Al término de ese periodo, los cuerpos de seguridad deben presentar una acusación formal o poner en libertad a los arrestados.
La desarticulación de la supuesta trama terrorista provocó un caos en los aeropuertos británicos, sobre todo en Londres, donde se suspendieron más de mil vuelos debido a los retrasos ocasionados por los estrictos controles de seguridad. (EFE)
