El Ministerio del Interior de Reino Unido explicó que los aprehendidos "suponen una amenaza para la seguridad nacional", por lo que serán deportados.
Un total de 10 ciudadanos extranjeros fueron detenidos este jueves por la policía de Reino Unido, para ser deportados por suponer una "amenaza para la seguridad nacional", informó el ministro británico del Interior, Charles Clarke.
Fuentes de la secretaría de Estado no facilitaron ni la nacionalidad ni la identidad de los arrestados.
"En virtud de mis poderes para deportar individuos cuya presencia en Reino Unido no es favorable para el bien público por razones de seguridad nacional, el servicio de inmigración ha detenido a 10 nacionales extranjeros que creo suponen una amenaza para la seguridad nacional", subrayó Clarke en un comunicado.
La nota agrega que "ellos permanecerán detenidos en lugares penitenciarios seguros y no voy a revelar sus nombres".
"Después de meses de trabajo diplomático, ahora tenemos razones para creer que podemos obtener las necesarias garantías de los países a los que haremos las deportaciones, de modo que no estén sujetos a la tortura o los malos tratos", indicó Clarke en el comunicado.
De acuerdo con la cadena BBC en la operación participaron cuatro fuerzas del orden -la Policía Metropolitana de Londres y las policías de Leicester, Bedfordhsire y de West Midlands- junto con agentes del servicio de inmigración británico.
La televisora pública señaló que entre los detenidos está el clérigo musulmán radical Abu Qatada, de origen jordano.
Las detenciones coinciden con las nuevas medidas que analiza el Gobierno para hacer frente a la amenaza terrorista tras los atentados del pasado julio contra la red de transporte de Londres.
Clarke ya cuenta con los poderes necesarios para deportar o denegar el ingreso a Reino Unido de personas que suponen una amenaza para la seguridad nacional, pero el Gobierno quiere ampliar aún más esas facultades.
El Ejecutivo británico logró un memorando de entendimiento con Jordania por el que Reino Unido recibe garantías de que cualquier persona deportada a ese país será bien tratada. (EFE)
