Por tercer día consecutivo la policía inglesa se vio enfrentada a una emergencia de carácter terrorista, registrada esta vez en una oficina que gestiona patentes de vehículos.
Una mujer resultó herida este miércoles por la explosión de un paquete postal en las oficinas del DVLA, la agencia británica que gestiona las patentes para los automovilistas, en Swansea, Gales, informó la policía local.
La mujer fue trasladada a un hospital cercano y su estado es estable, según fuentes sanitarias.
La explosión se produjo a las 09:23 GMT en la sala de correos de la llamada Agencia de Licencia del Conductor y el Vehículo (DVLA, por su sigla en inglés) en su oficina central de Swansea, según fuentes policiales citadas por la agencia británica Press Association.
"Una mujer ha sido llevada al hospital con heridas que no parecen ser mortales. Se ha acordonado el edificio", indicó la autoridad.
Se trata del tercer incidente de este tipo que se produce en el Reino Unido, después de que dos cartas-bomba explotaran el lunes y martes pasados.
El ministro británico de Interior, John Reid, calificó las explosiones como "preocupantes" y pidió no hacer conjeturas sobre la autoría de las mismas, para permitir a la policía llevar adelante su investigación.
Además, agentes policiales acudió a una oficina en Pimlico, en el centro de Swansea, tras recibir una llamada de los empleados por la llegada de una carta sospechosa, pero resultó ser una falsa alarma.
El pasado martes, dos personas sufrieron heridas leves tras explotar una carta-bomba en las oficinas de una empresa contable en Wokingham, al suroeste de Inglaterra, vinculada a una agencia que facilita a la policía cámaras digitales para medir la velocidad de los vehículos.
En tanto, el pasado lunes, una mujer resultó herida en las manos al estallar otro paquete bomba en una oficina de la empresa Capita, situada en pleno centro de Londres.
Capita es una empresa que recibe subcontratas sobre todo de la administración pública y, entre otras cosas, gestiona el impuesto de circulación por el centro de Londres.
Ahora, la policía británica trata de establecer si hay un vínculo directo entre estos tres sucesos. (EFE)
