La muerte del rebelde islámico "marca el final lógico de la difícil lucha contra las formaciones armadas ilegales por parte de los servicios secretos", señaló Alú Aljánov.
El presidente de Chechenia, Alú Aljánov declaró que la muerte del jefe guerrillero Shamil Basáyev marca el fin de la operación antiterrorista en esa república del Cáucaso Norte de Rusia.
Aljánov indicó que la "merecida eliminación" del extremista islámico, quien es acusado de organizar los peores atentados en los últimos 15 años en Rusia, demuestra que "ningún terrorista escapará al castigo".
"La jornada de hoy (lunes) marca el final lógico de la difícil lucha contra las formaciones armadas ilegales por parte de los servicios secretos, las tropas federales y las fuerzas del Interior", dijo Aljánov, citado por la agencia de noticias Interfax.
El director del Servicio Federal de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, anunció este lunes al presidente Vladímir Putin la muerte del "terrorista número uno de Rusia", Basáyev, en una operación de los servicios secretos en la República Ingush, vecina a Chechenia.
"Operación antiterrorista" fue el nombre oficial dado por el Kremlin a la segunda campaña militar en Chechenia iniciada en 1999, mientras la primera guerra, de 1994 a 1996, había sido declarada una "operación para restablecer el orden constitucional".
Ramzán Kadírov, primer ministro chechén e hijo del presidente de Chechenia asesinado por la guerrilla Ajmad Kadírov, aplaudió la muerte de Basáyev.
Además, Kadírov, cuyas tropas mataron el 17 de junio al anterior "presidente" de la Chechenia separatista, Abdul-Halim Saduláyev, se mostró convencido de que pronto también será eliminado el sucesor de éste, Dokú Umárov, quien recientemente había nombrado a Basáyev como su "vicepresidente".
Basáyev se hizo conocido en junio de 1995, cuando al frente de un comando chechén tomó a más de un millar de rehenes en el hospital de la ciudad rusa de Budiónovsk, acción que terminó con 129 muertos y 415 heridos.
Desde entonces su nombre ha estado vinculado a todos los ataques chechenes, incluidas las tomas de rehenes en el teatro Dubrovka de Moscú y en una escuela de Beslán, ciudad de la república norcaucásica de Osetia de Norte.
En septiembre de 2004, tras la masacre de Beslán, el Kremlin anunció una recompensa de 10 millones de dólares por cualquier información que le permitiese capturar o matar a Basáyev. (EFE)
