Fiscalía rusa cerró el caso del Kursk sin establecer responsables
El accidente se debió a una fuga de combustible de un torpedo, lo que provocó la explosión del resto de los proyectiles, según la investigación.
El accidente se debió a una fuga de combustible de un torpedo, lo que provocó la explosión del resto de los proyectiles, según la investigación.
La tragedia del submarino nuclear ruso Kursk, que se hundió en el mar de Barents en agosto de 2000 con 118 personas a bordo, se debió a una fuga de combustible de un torpedo, lo cual provocó la explosión del resto de los proyectiles que se encontraban en el mismo compartimento y el hundimiento de la embarcación según anunció el fiscal general ruso, Vladimir Ustinov.
El fiscal agregó que no se puede culpar a nadie por la tragedia, por lo que no se presentarán cargos criminales y se dará por cerrado el caso ante la falta de evidencias.
Según el fiscal, los oficiales encargados de los ejercicios navales en el mar de Barents, del mantenimiento y de la instalación del torpedo que causó el hundimiento del 'Kursk' no realizaron ninguna acción delictiva.
"Las personas que participaron en la creación, la fabricación, el almacenamiento y la explotación del torpedo no podían prever una eventual explosión y la muerte de la tripulación", declaró Ustinov.
Respecto a los 118 tripulantes que se encontraban a bordo en el momento de la explosión, según la investigación de la Fiscalía, la mayoría murieron en el acto pero 23 de ellos sobrevivieron y murieron asfixiados por el incendio que se desató a continuación en el submarino "unas ocho horas después".
Según Ustinov, cuando el submarino pudo ser localizado "era demasiado tarde para salvarles". (Agencias)