La Justicia rusa condenó a seis años de cárcel a un ciudadano danés seguidor de los Testigos de Jehová, culto que fue prohibido en este país en 2017.
El danés Dennis Christensen, que podría haber sido condenado a hasta diez años de prisión, fue sentenciado por continuar dirigiendo dicha organización después de que ésta fuera proscrita por el Tribunal Supremo.
La Fiscalía acusó al danés de seguir organizando colectas en apoyo de su organización, distribuyendo literatura religiosa y atrayendo nuevos fieles después de la prohibición de los Testigos de Jehová.
El abogado defensor adelantó que recurrirá la condena contra su cliente, que fue detenido en mayo de 2017, un mes después de la decisión del Supremo. Desde entonces, el acusado reside en la ciudad rusa de Oriol y es el primer testigo de Jehová detenido en este país, se encuentra en prisión.
"Un hombre inocente ha sido condenado sin cometer ningún delito. Es triste que leer la biblia, predicar y llevar un estilo de vida moral es de nuevo un crimen en Rusia", dijo Yaroslav Sivulski, representante de la Asociación Europea de Testigos de Jehová.
La condena de Christensen por "extremismo" fue duramente criticada por la Cancillería danesa, mientras el Kremlin prometió interesarse por el caso.
"Estoy profundamente preocupado por la condena de Dennis Christensen. De nuevo llamamos a Rusia a respetar la libertad de culto", señaló en la red social Twitter el ministro de Exteriores danés, Anders Samuelsen.
Amnistía Internacional (AI) demandó a Rusia la "inmediata" e "incondicional" liberación de Christensen, procesado "simplemente por el ejercicio de sus derechos humanos, lo que incluye la libertad de credo".
Organización extremista
En abril de 2017 el Supremo prohibió las actividades de los Testigos de Jehová al considerarlos una organización extremista y ordenó la incautación de todas sus propiedades y la disolución de sus 395 filiales en todo el país.
"La organización religiosa testigos de Jehová muestra indicios de extremismo. Representa una amenaza para nuestros ciudadanos, el orden público y la seguridad de la sociedad", dijo Svetlana Borísova, representante del ministerio de Justicia, durante la vista del Supremo.
La funcionaria recordó que dicha organización ha propagado literatura incluida en la lista de publicaciones extremistas y recordó que la prohibición de las transfusiones de sangre que profesan sus seguidores amenaza la vida de las personas.
Los Testigos de Jehová, que consideran que las acusaciones de la Justicia rusa son falsas, gratuitas y calumniosas, mostraron su rechazo por la decisión del Supremo y adelantaron que recurrirán ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
En su momento, el portavoz de los Testigos de Jehová en Rusia, Iván Belenko, denunció que la decisión de las autoridades rusas privará de su derecho a la libertad de culto a los 175.000 seguidores que tiene esa comunidad en el país.