Miles de personas asistieron al gimnasio de la escuela de Osetia del Norte donde hace un año se inició la toma de rehenes que finalizó con la muerte de 331 personas, la mayoría de ellos niños.
Miles de personas con claveles rojos y rosas llenaron el gimnasio y alrededores de la escuela número 1 de Beslan este jueves durante el primer aniversario de la toma de rehenes que dejó 331 muertos en ese recinto.
Un gran número de policías se concentró en las calles del pequeño poblado de la república sureña de Osetia del Norte y los participantes en la ceremonia fueron revisados con detectores de metal antes de permitírseles el acceso al plantel.
Mientras sacerdotes ortodoxos rusos en túnicas negras entonaban cánticos, algunas personas colocaron velas y muñecos de peluche en los muros del derruido gimnasio.
Sollozos y el crepitar de las velas eran los únicos sonidos escuchados en el gimnasio, donde más de 1.200 rehenes fueron obligados a esperar sentados entre bombas, soportando la sed, el hambre y el terror.
Muchas personas examinaron los retratos de las víctimas, en su mayoría niños, colocados en los muros, mostrando su dolor ante su pérdida.
Una bandera roja decorada con palomas blancas y los nombres de los niños muertos alrededor de un globo terráqueo colgaba en uno de los muros llenos de huecos ocasionados por las balas, muchos de los cuales fueron usados para dejar flores.
La toma de rehenes, que se inició hace un año y se prolongó durante tres días, a manos de guerrilleros pro chechenos enmascarados y fuertemente armados, conmocionó a Rusia y llevó al Presidente Vladimir Putin a realizar amplios cambios políticos.
En todo el país, las escuelas cambiaron el generalmente festivo tono del primer día de clases, para guardar un minuto de silencio por las víctimas.
Cuando la ex directora de la escuela, Lidia Tsaliyeva, trató de entrar al plantel este jueves, algunas personas le gritaron "asesina" e impidieron su ingreso, amenazantes. La policía y guardias de seguridad la rodearon y se la llevaron, temiendo que fuera atacada por los grupos de personas que están convencidas de que cooperó con los rebeldes de alguna forma, lo cual ella niega. (Agencias)
