Una estudiante sudafricana, Sibongile Mani, recibió por error una beca de 14 millones de rands (algo más de 1,08 millones de dólares, 670 millones de pesos chilenos) de la Universidad Walter Sisulu, y fue descubierta por sus elevados gastos.
La joven, que al parecer gastó parte del dinero en objetos de lujo, fue descubierta al compartir un extracto de su saldo bancario en las redes sociales. En cinco meses se gastó cerca de 400.000 rands (unos 30 mil dólares, 18 millones chilenos).
La universidad comenzó sospechar después de que "algunos estudiantes se quejaran de que había comenzado a mantener un estilo de vida muy opulento", explicó la portavoz de la universidad, Yonela Tukwayo, quien aseguró que la institución exigirá a la estudiante que devuelva el dinero.
"La estudiante será responsable de pagar hasta el último centavo que ha gastado, aunque tenga que hacerlo durante 20 años", señaló Tukwayo.
La institución docente abrió una investigación para esclarecer por qué la alumna no informó de que había recibido en su cuenta la millonaria suma, aunque la joven señala que sí informó del asunto "inmediatamente".
En un mensaje publicado en su cuenta de Facebook, la alumna reconoce los hechos, aunque matiza que el dinero le llegó el 1 de junio y que lo devolvió el 13 de agosto.
Yonela Tukwayo responsabilizó del cuantioso ingreso a una empresa que se encarga de gestionar y transferir a los universitarios los fondos del Plan Nacional de Ayuda Financiera a los Estudiantes (Nsfas), que suelen cubrir los gastos de libros y comida.
Para usar el dinero de esta ayuda, los estudiantes reciben una tarjeta llamada Intellicard y firman un convenio que determina los posibles usos de los fondos.