Los dos granjeros blancos sudafricanos detenidos por meter a un hombre negro en un ataúd y grabarlo en vídeo serán juzgados por secuestro y agresión el próximo 25 de enero, día hasta el cual permanecerán en prisión.
El juez les concedió este miércoles la posibilidad de quedar en libertad tras pagar una fianza, pero ambos renunciaron por miedo a posibles represalias.
Cientos de personas se han concentrado en los alrededores del Tribunal de la Magistratura de Middleburg para mostrar su repulsa por la acción de los acusados.
El segundo partido de la oposición, el populista de izquierdas Combatientes por la Libertad Económica (CLE), ha amenazado con ocupar la granja en la que se produjo el ataque y hacer a los dos granjeros "lo mismo que le hicieron" a la víctima.
"Me pegaron, me maniataron y me pusieron dentro de un ataúd", ha declarado después de la vista a medios locales Victor Mlotshwa, que dijo haber entrado en la propiedad de los granjeros por error, siguiendo "un sendero", y fue acusado de querer robar por sus agresores.
En el vídeo, publicado por el tabloide Daily Sun, los acusados amenazan a Mlotshwa con meter una serpiente en la caja de madera y prenderle fuego.
El incidente ha provocado una condena generalizada de los partidos políticos y la sociedad civil sudafricana, en un país profundamente marcado por la tensión racial 22 años después de la caída del régimen segregacionista del apartheid.
Los abusos a unos trabajadores negros que a menudo sufren condiciones laborales extremadamente precarias son un fenómeno habitual en las granjas sudafricanas, que son normalmente propiedad de agricultores y ganaderos blancos.