Si Uruguay toma un rumbo equivocado al legalizar la compraventa y el cultivo de marihuana, no dudará en corregirlo, lo que no implica "volver al camino" actual de fracaso ante el narcotráfico, afirmó el responsable de la Junta Nacional de Drogas (JND) uruguaya, Julio Calzada.
En una entrevista con EFE, Calzada, uno de los mayores impulsores de la norma, insistió en que esta iniciativa es un "experimento" abierto a que "la gente venga, mire, vea, y después, con datos, opine", y que como tal, no habrá problemas para "corregir si la cosa viene mal encaminada".
Apenas horas antes de la votación en el Senado que previsiblemente legalizará el cultivo de hasta seis plantas de marihuana por persona y la compraventa de la droga, el director de la JND dijo que la iniciativa "busca huir del dogmatismo", de los que dicen que contra la droga "esto es lo que hay y esta es la solución final al problema".
"Esto es un experimento en el sentido más puro y sincero, porque cuando uno busca alternativas necesariamente se experimenta. Todo lo otro sería dogmatismo (...) No queremos cometer los mismos errores de los que nos dicen que la solución es lo que se hace hasta ahora pese a que los resultados nos dicen sistemáticamente lo contrario", agregó este sociólogo, zar uruguayo antidroga desde 2011.
Según Calzada, el Gobierno uruguayo y él mismo, como responsable último de la normativa, viven estas últimas horas en las que la compraventa y producción de marihuana aún son ilegales en Uruguay -pues el consumo es legal "desde hace 40 años"- de forma "intensa" pero "con tranquilidad".
"Tenemos la confianza de estar haciendo las cosas que teníamos que hacer, y las hacemos de manera sensata, pausada, estudiada. Y tenemos además la expectativa de que lo que vamos a iniciar con esta ley es un camino que va a contribuir de manera relevante a mejorar la salud, la convivencia y el desarrollo de nuestros ciudadanos", dijo.
"Discusión no debe entrar en el plano moral"
Esta regulación, diseñada como un plan contra la delincuencia para arrebatarle clientes al narcotráfico, tendrá como eje garantizar que nada de lo producido en el país termine en el mercado negro de los vecinos, afirmó Calzada.
Uruguay pretende crear un Instituto de Regulación y Control de Cannabis (IRCCA) que será el encargado de emitir licencias, establecer registros, organizar la venta y prevenir el consumo de marihuana, mientras que la producción y comercialización recaerá en empresas que deberán cumplir con una amplia gama de requisitos.
"Nosotros tenemos la convicción de que la reglamentación de esta ley juega un papel tan importante como la ley misma. Y en ella tenemos que dejar claras las condiciones de seguridad que hacen a esta compleja cadena de producción, distribución y venta. La clave es que sea segura para los ciudadanos, que evite fugas, y que dé respuesta y tranquilidad a los vecinos", insistió Calzada.
Además, aseveró, también se pretende dar "seguridad al consumidor", que tendrá, "una vez que el mercado se vaya regulando", mejores condiciones "de seguridad, de calidad de los productos y de precio, puesto que la relación precio y calidad va a ser mejor".
El director de la JND consideró que el debate por la legalización de la producción y venta de marihuana "no debe entrar en lo moral, pues es algo que a priori ni está bien, ni está mal".
"En el debate deben entrar opiniones técnicas sobre políticas públicas, ajeno al campo de la moral. Solo se busca orientar a los ciudadanos y establecer las regulaciones necesarias para que las personas tengan mejores relaciones de convivencia. Por eso hay que ser transparente en lo que se discute", comentó.