La abogada experta en derecho canónico, Ana María Celis, explicó en El Diario de Cooperativa los alcances del informe de Naciones Unidas que acusó al Vaticano de permitir y encubrir los abusos sexuales contra niños.
Este informe de la ONU "obliga lo mismo que a otros Estados, en el sentido de que (el Vaticano) es observador permanente, pero adhirió y ratificó la Convención de Derechos del Niño y otras convenciones que están asociadas a esta, como el tráfico de niños o los niños en conflictos armados", sentenció la profesional.
Celis también detalló que "está por verse si va a haber una reacción escrita respecto a este informe, sobre todo porque pareciera no tener cuenta de las reservas y las declaraciones que hace la Santa Sede al respecto. Es como que se ignorara que la Santa Sede sí pone un piso en cuanto a cómo puede ser el cumplimiento suyo en relación a la Convención".
Sobre las condenas a los sacerdotes encausados por estos delitos, la abogada afirmó que "respecto al Estado Vaticano, las personas que trabajan ahí se rigen por las leyes del Vaticano y son juzgadas según esas leyes. El problema surge con la estadía de la Iglesia en los distintos países y, en ese sentido, (...) depende de lo que sucede en cada país".
"Es importante saber al servicio de quién está la confidencialidad en estos casos y yo quisiera pensar que no es en beneficio de ocultar a un abusador, sino que, fundamentalmente, a proteger a la víctima, que no quieren que se sepa", añadió Celis.
El informe, además, sugiere modificar las enseñanzas en materia de aborto, anticoncepción e identidad de género, lo que a juicio de la profesional no es "viable", porque "parece que estamos pasando hacia un nivel en el que se quieren considerar ilícitas las creencias" y "la libertad religiosa está puesta en juego, porque estás entrando en enseñanzas que tiene una entidad religiosa y que es un derecho fundamental".