Las donaciones realizadas en 2006 a la Iglesia Católica aumentaron en 58 por ciento y alcanzaron más de 188 millones de dólares (unos 99 mil millones de pesos) gracias al aumento de la popularidad del Papa Benedicto XVI, según un reportaje publicado este viernes en el semanal L'Espresso.
Bajo el título "¡Qué tesoro de Papa!", L'Espresso explica en un amplio artículo cómo la admiración al cardenal Joseph Ratzinger hace "prosperar las finanzas del Vaticano".
El prestigio del Pontífice, elegido en abril de 2005, se puede apreciar cada miércoles y domingo, cuando decenas de miles de personas se agolpan en la Plaza de San Pedro para participar en la audiencia y en la oración del Angelus, pero también "en lar arcas vaticanas", se lee en el semanal.
El principal indicador, según la revista, es el resultado del Obolo de San Pedro, que desde hace 13 siglos recoge las ofrendas de los fieles de todo el mundo, y que en 2006 aumentó en 58 por ciento respecto al año anterior y alcanzó los 101,9 millones de dólares.
Según el balance oficial de 2006, la Santa Sede cerró el año pasado con 3,29 millones de dólares de superávit, respecto a los 13,3 millones de dólares del año anterior.
L'Espresso señala que, sin embargo, en otros sectores el Vaticano ha aumentado considerablemente sus ingresos como en las contribuciones que llegan de las Conferencias Episcopales de todo el mundo, que registraron 16,3 por ciento más de ayudas que en 2005, llegando a 117 millones de dólares.
Las Conferencias Episcopales de Estados Unidos, Alemania e Italia son las que más contribuyen, y el cardenal Sergio Sebastiani, responsable de la economía vaticana, explicó al semanal "que no se ha producido el descenso de las ofertas tras los escándalos de pederastia del que hablaban los periódicos estadounidenses". (EFE)