Benedicto XVI dio el vamos a la Jornada Mundial de la Juventud.
Sin embargo, no se pronunció sobre abusos de sacerdotes en Australia.
El Papa Benedicto XVI pidió a los jóvenes del mundo que cuiden el planeta y les previno contra la "degradación sexual" en un multitudinario acto en la ciudad australiana de Sydney, donde se celebra la Jornada Mundial de la Juventud.
Benedicto XVI advirtió de "un insaciable consumo" que deja "cicatrices en nuestra tierra" y que afecta no sólo la naturaleza, sino también al ser humano "a través del alcohol, las drogas, la exaltación de la violencia y la degradación sexual".
Así comenzó así el Papa su primer día oficial en Australia, donde previamente alabó la "valentía" de las autoridades del país por haber reconocido las injusticias perpetradas contra los aborígenes.
El, por su parte, no ha pedido hasta ahora el perdón que muchos australianos esperan escuchar por los abusos sexuales cometidos en ese país por miembros de la Iglesia Católica.
Joseph Ratzinger saludó en Inglés, italiano, francés y finalmente en español, en donde llamó a los jóvenes a identificarse con "el verdadero amigo que nunca defrauda".
El paseo en barco
Tras las visitas y entrevistas de rigor con los políticos locales y después de almorzar en privado, el Pontífice cambió su tradicional "papamóvil" por un barco para dar un paseo por la bahía de Sídney.
El barco, en el que viajaban unos 500 jóvenes y decenas de religiosos, entre ellos varios cardenales, fue escoltado durante los 45 minutos de travesía por seis helicópteros, decenas de policías en motos de agua y lanchas rápidas, y numerosos católicos que viajaban a su alrededor en un centenar de embarcaciones.
El chileno Jorge Juárez, quien viajó desde La Serena para estar presente en el encuentro, relató que a la llegada del Papa "entramos corriendo con la bandera gigante y la pusimos en la proa para que se identificara el barco que iba con Chile".
