El Papa Francisco recordó este domingo a las familias de emigrantes y refugiados que, al salir de sus países, se han encontrado con rechazo y abusos de distinto tipo, una "triste realidad", indicó, que sigue afectando a millones de personas en todo el mundo.
Durante el rezo del Ángelus desde la plaza de San Pedro del Vaticano, el pontífice abordó el tema justo el domingo en el que la Iglesia Católica celebra la Fiesta de la Sagrada Familia.
"Hoy el Evangelio nos presenta la Sagrada Familia por la vía dolorosa del exilio, en búsqueda de refugio en Egipto. José, María y Jesús experimentan la condición dramática de los refugiados, marcada por el miedo, la incertidumbre y las molestias. Desafortunadamente, en nuestros días millones de familias pueden reconocerse en esta triste realidad", señaló el Papa.
Además agregó que "casi todos los días la televisión y los periódicos dan noticias de refugiados que huyen del hambre, la guerra, de otros peligros graves, en búsqueda de seguridad y de una vida digna para ellos y sus propias familias".
Ante una multitud en la plaza de San Pedro, el sucesor de Pedro afirmó que, aunque llegan a conseguir trabajo, muchos de esos refugiados y emigrantes "no encuentran una verdadera acogida, ni respeto, ni se aprecian los valores de los que son portadores".