El líder católico sostuvo este viernes un encuentro con niños y jóvenes en una parroquia de Roma.
"A veces podemos perdernos en los laberintos de la vida. Lo principal para salir de un momento oscuro es no caminar solo", reflexionó el pontífice.
El papa Francisco acudió este viernes a una parroquia romana y se reunió con 80 niños y adolescentes que le hicieron algunas preguntas, y a uno de ellos, que le confesó que no creía en Dios, le contestó: "Nadie debe ser condenado si no cree".
El líder católico llegó durante la tarde a la parroquia de Santa Bernadette Soubirous, en el barrio de Colli Aniene, y tras saludar a los vecinos, entró al templo y conversó con los menores.
Ahí, un muchacho llamado Tiziano le preguntó cómo entender la propia vocación: "Cada uno de nosotros debemos plantearnos esta pregunta, porque el Señor tiene un plan para cada uno de nosotros... Cada uno debe tratar de entender lo que el Señor quiere de nosotros y pedírselo", respondió, recordando su experiencia de joven al ingresar al seminario.
El papa destacó luego la necesidad de que los jóvenes cultiven amistades: "A veces podemos perdernos en los laberintos de la vida. Lo principal para salir de un momento oscuro es no caminar solo, porque solo pierdes la orientación. Es importante hablar de tu situación", aconsejó.
Luego, a un niño que le confesó que no creía en Dios, le señaló: "Nadie debe ser condenado si no cree", observó.
Francisco también señaló a los jóvenes la importancia de moverse "por ideales", y luego, hablando con un matrimonio joven, subrayó su preocupación por la disminución de la natalidad en Italia.
Finalmente recordó que la Iglesia, para ser creíble, "debe despojarse de toda mundanalidad".
Esta "salida a terreno" se enmarcó en los eventos de la "Escuela de Oración", una iniciativa para la preparación del Jubileo de 2025, que ha llevado al pontífice a visitar algunas parroquias romanas.
