El papa Francisco aseguró que "el mundo aún no ha tomado conciencia de que emigrar es un derecho humano", en la conferencia de prensa durante el viaje de regreso a Irak, donde recordó que a muchos de sus habitantes no les queda otra opción.
"Mientras volvía en automóvil de Qaraqosh a Erbil vi tanta gente joven. ¿Cuál es el futuro de esta gente joven?. ¿A dónde irá? Tantos tendrán que dejar el país", dijo el pontífice a los periodistas.
Francisco explicó que la inmigración "es un derecho doble, el de no emigrar, y el de poder emigrar. Esta gente no tiene las dos opciones, porque no pueden no emigrar, y tampoco pueden emigrar porque el mundo aún no ha tomado conciencia de que la inmigración es un derecho humano".
El papa comentó que durante una reunión, un sociólogo italiano hablando del descenso de natalidad, le dijo que en este país "dentro de 40 años van a tener que importar extranjeros para que trabajen y paguen nuestra pensión" y Francisco reflexionó: "Pero la inmigración se vive como una invasión".
Recordó que, tras la misa en Erbil, con la que cerró su visita a Irak, encontró al padre de Alan Kurdi, el niño sirio-kurdo de 3 años que murió ahogado en las playas de Turquía: "Alan Kurdi es un símbolo. Un símbolo que va mas allá de un niño que murió migrando. Es el símbolo de personas que no pueden sobrevivir, es un símbolo de humanidad".
"Se necesitan medidas urgentes para que la gente tenga trabajo en sus países para que no necesite emigrar", aseveró antes de añadir que no sólo se trata de llegar a las playas, sino también de poderles "acoger, acompañar e integrar" y, de esta manera, agradeció a los países generosos que reciben a los migrantes, como el Líbano y Jordania.