Venezuela manifestó este martes su confianza en la llegada de Michelle Bachelet como jefa del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, además de recordar los 45 años del golpe de Estado en Chile y asegurar que EE.UU. y la Unión Europea tratan de "hacer gritar" su economía.
"Tenemos plena confianza en que la nueva alta comisionada respetará su mandato e independencia, y tendrá la voluntad de comenzar una nueva etapa de cooperación", dijo el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza.
Asumió, con esa perspectiva, el compromiso de que Venezuela aportará toda la información que se le solicite y colaborará "plenamente con el sistema universal de derechos humanos".
El canciller venezolano aseguró que su país está dispuesto a "pasar la página de lo vivido" con el anterior alto comisionado de la ONU, Zeid Ra'ad al Hussein, a quien acusó de haber "actuado siempre de manera sesgada contra Venezuela y asumiendo una posición política personal".
Durante los cuatro años que duró el mandato de Zeid, su Oficina emitió numerosas declaraciones denunciando la represión de las movilizaciones de la sociedad civil, la detención arbitraria de líderes políticos de la oposición, así como la problemática de la escasez de alimentos y medicinas en el país.
En su primer discurso como alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Michelle Bachelet, llamó al ente a "tomar todas las medidas disponibles para abordar las graves violaciones a los DD.HH." en Venezuela y Nicaragua.
"45 años después siguen ocurriendo fenómenos dirigidos y conducidos desde EE.UU."
Durante una intervención en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Arreaza recordó que hoy se cumplen 45 años del golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende, y que la alta comisionada Bachelet y su familia fueron víctimas directas de ese episodio de la historia.
"Nuestra alta comisionada fue una de tantas víctimas de esa tragedia, pero 45 años después siguen ocurriendo fenómenos dirigidos y conducidos desde Estados Unidos para frustrar los sueños de nuestros pueblos de Latinoamérica", dijo el ministro.
"Denunciamos una vez más el asedio contra Venezuela, el bloqueo económico financiero, las medidas unilaterales por parte de Estados Unidos y de la Unión Europea, que tratan de hacer chillar nuestra economía como hicieron con la de Chile", continuó.
Arreaza sostuvo que "campañas mediáticas, políticas y los problemas de la economía han generado una migración inducida y forzada", así xenofobia contra los venezolanas en los países sudamericanos a los que están emigrando.
Una frase de Nixon
La formulación de la frase "hacer chillar a la economía" recuerda a la declaración del ex presidente de EE.UU. Richard Nixon en una conversación con el secretario de Estado Henry Kissinger en los días posteriores al triunfo electoral de Salvador Allende el 4 de septiembre de 1970, cuando le pidió "hacer chillar a la economía" de Chile ("make the economy scream") para impedir la confirmación del socialista en el poder.
Estos diálogos fueron revelados por el Departamento de Estado de Estados Unidos tras la desclasificación, en 2014, de documentos relativos a la política exterior del gobierno de Nixon entre 1969 y 1973.