Chávez rectificó y no aumentará impuestos a venezolanos
El presidente echó pie atrás al anuncio de diciembre donde dijo que aumentaría en dos puntos.
Medida debía entrar en vigor el 1 de enero, situación que no ocurrió.
El presidente echó pie atrás al anuncio de diciembre donde dijo que aumentaría en dos puntos.
Medida debía entrar en vigor el 1 de enero, situación que no ocurrió.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció que no incrementará el Impuesto al Valor Agregado (IVA) este año, como había adelantado en diciembre pasado al revelar algunas de las medidas para enfrentar la emergencia derivada de las lluvias.
Esa decisión "es una rectificación", porque "una decisión del Gobierno y mía en último término", había sido elevar este 2011 "en uno o dos puntos" el IVA, actualmente con tasa del 12 por ciento, dijo Chávez, durante un consejo de ministros transmitido parcialmente por la televisión pública.
Ese incremento fue propuesto por los ministros del área económica y debía entrar en vigor el pasado 1 de enero, pero tras analizar la realidad económica nacional, con un precio petrolero recuperado y una expectativa de crecimiento del producto interno bruto (PIB), se decidió abortarlo, explicó el mandatario.
"El precio del petróleo", el principal producto de exportación de Venezuela "se ha recuperado bastante", y la economía venezolana, que cayó 1,9 por ciento en 2010, "ya entró de nuevo en el dinamismo creciente, así que anuncio no vamos a incrementar el IVA en todo este año 2011, ni 2012, ni más allá", declaró Chávez.
Recordó que su Gobierno "había previsto como una necesidad" el aumento del IVA "ante la emergencia" derivada de las lluvias, "para recaudar recursos adicionales", pero ese dinero ya se consiguió por otras vías, según explicó.
Las lluvias que azotaron al país entre noviembre y diciembre pasado dejaron 38 muertos, 130.000 personas afectadas y cuantiosos daños materiales.
Analistas locales e internacionales alertaron este martes que el aumento del IVA y una reforma cambiaria, vigente desde el pasado 1 de enero y que significó una devaluación del 65 por ciento, ejercería presiones sobre la ya elevada inflación del país, que cerró en 26,9 por ciento en 2010.