El presidente del Colegio de Arquitectos y Premio Nacional de Arquitectura 2002, Juan Sabbagh, señaló que muchos de los cambios en los planes reguladores de las comunas no respetan la esencia de los barrios y los ponen en peligro.
"En Santiago cualquier barrio que es descubierto por la demanda inmobiliaria corre peligro. El caso de Ñuñoa, uno de los más hermosos de Chile, se ha ido transformado en un barrio distinto y lo que dio origen a la alta demanda se ha perdido", sostuvo el arquitecto.
"Eso está pasando en Providencia, en Las Condes, en Recoleta y prácticamente todos los barrios de Santiago están bajo el peligro de unas modificaciones que no respetan la esencia del barrio anterior", enfatizó Sabbagh, quien además es docente de la Universidad de Chile.
El profesional explicó que las ciudades son entes vivos que van cambiando con el tiempo, pero es necesario que el Estado se ocupe de que los cambios se realicen en forma armónica.
"Es difícil pensar en una ciudad que se mantenga estática en el tiempo de tal forma que la demanda sobre modificar la ciudad es natural. El desafío es que este cambio en la ciudad se produzca en forma armónica".
El profesional explicó que se producen contradicciones entre la demanda que hay sobre un barrio y la normativa para que ésta sea acogida de forma armónica. "La responsabilidad es que la normativa que nos rige en esta materia es del año 1929, estamos hablando de una ley de 77 años, que fue hecha cuando las realidades eran distintas".
Entonces, agregó, que cuando se solicita un cambio en la norma que rige el uso de suelo en las áreas urbanas se aplica una norma que hoy es imposible que tenga un grado de realidad o armonía con el resto de la ciudad. Esto provoca que no se prevean las consecuencias negativas sobre el resto de la ciudad.
"Hay un barrio, por ejemplo, que es muy bonito y la gente quiere ir a vivir a ese barrio, se libera la construcción, se llena de gente y se destruye el barrio, los que quedan viviendo ahí pierden calidad de vida", explicó.
A juicio del profesional, la normativa no debiera permitir que se construyan edificios de altura en zonas residenciales. "Si hacen un edificio de 30 pisos en un barrio residencial evidentemente provoca un perjuicio a los vecinos tan grande que la normativa no debería ser tan permisiva".
En este tema, indicó el arquitecto, siempre hay intereses económicos. Sin embargo, es papel del Estado velar para mediar entre los intereses económicos con los del resto de la sociedad.
El caso de La Reina
La Municipalidad de La Reina, en la precordillera de la capital, debió abortar su proyecto de cambio al plan regulador debido a la oposición de los vecinos. Las modificaciones contemplaban el permiso para levantar edificios de hasta seis pisos en zonas residenciales donde el límite actual es de cuatro.
El caso de Providencia
El alcalde Cristián Labbé anunció el 20 de abril una propuesta de plan regulador que contempla que los edificios que se construyan en Providencia tendrán altura máxima de 12 pisos en los sectores residenciales y podrán tener altura ilimitada en la franja de la Avenida Providencia, eje de la comuna, cuyo uso de suelo será principalmente comercial.
En cuanto al barrio Suecia, la idea del municipio es generar un centro de negocios donde actualmente se encuentra emplazado el bohemio barrio. Para ello, se contempla la construcción con altura libre y edificios de uso mixto. Es decir, que pueden tener comercio en los tres primeros pisos, oficinas en los pisos intermedios y en los últimos construir departamentos residenciales, con un máximo de 260 por hectáreas.
Además, se pretende que los locales que actualmente sólo funcionan en la noche, también lo hagan de día y así se pretende recuperar este sector que en los últimos años ha hecho noticia por violencia a la salida de pubs y discotecas.
El caso de Nuñoa
La última modificación al plan regulador de la Municipalidad de Ñuñoa permite la construcción de edificios de departamentos en Avenida Irarrázaval de un máximo de siete pisos en primera línea y de altura libre en segunda línea, según la rasante.