"Los presupuestos familiares en todo el mundo están siendo puestos al límite", dijo el relator Olivier De Schutter.
Alertó que el alza de precios de los productos básicos, unida a la crisis ya antes causada por la pandemia, podría dejar en la pobreza a entre 75 y 95 millones de nuevas personas.
Los gobiernos deben adaptar las prestaciones sociales y los salarios a la rampante inflación global, o de lo contrario "se perderán vidas", advirtió este lunes el relator de la ONU Olivier De Schutter en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
"Los presupuestos familiares en todo el mundo están siendo puestos al límite, lo que significa que los más pobres pasarán de hambre o se congelarán este invierno a menos que se tomen acciones inmediatas para aumentar sus ingresos", señaló De Schutter, relator especial sobre pobreza y derechos humanos, a través de un comunicado.
El relator, quien hoy tiene previsto intervenir en el Consejo de Europa en Estrasburgo (Francia), subrayó que el alza de precios de los productos básicos, unida a la crisis ya antes causada por la pandemia del Covid, podría dejar en la pobreza este año a entre 75 y 95 millones de personas más.
De Schutter también señaló la urgencia de mejorar el aislamiento térmico de los hogares de cara al inminente invierno en el hemisferio norte, donde podría haber una gran carestía de gas como consecuencia indirecta de la guerra de Ucrania.
