A través de una "carta abierta a la ciudadanía" la esposa de Miguel Krassnoff -quien firma como Angie de Krassnoff- manifestó su rechazo ante las "falsedades, falta de voluntad para indagar la verdad, odios y venganzas" que han surgido en los últimos días en relación con su marido.
"Me veo en la obligación de aclarar dichos efectuados irresponsablemente por diferentes personas del acontecer nacional (...) Pongo en conocimiento de ustedes lo que nos atañe como familia ante este nefasto show armado, por un supuesto almuerzo de apoyo, homenaje, celebración o cuanto término han empleado para confundir a la opinión pública con hechos inexistentes para con nuestra familia", escribe la mujer.
"Sabemos y estamos muy conscientes desde hace un largo tiempo ya del lugar en que estamos. No hay duda alguna que estamos en una cárcel y no, en un hotel o resort, estamos en una CARCEL y digo estamos, porque toda la familia ha sido sometida injustamente a esta privación de libertad, ante la NO aplicación de las leyes vigentes, que sí han funcionado solamente para los terroristas y marxistas, organizados en un ejército irregular antes del 11 de Septiembre de 1973 y que tenían sumido al país en un estado inmanejable por el gobierno de la época", señala la carta, publicada en el blog "Brigadier Miguel Krassnoff".
La esposa alega que "irresponsablemente han hablado de una celebración u homenaje" al ex agente de la DINA.
"No sé de qué están hablando, en circunstancias que aún nos encontramos con el dolor vivo, ante el doloroso fallecimiento de nuestra hija menor, Lorena, hace recién cuatro meses atrás. Me pueden explicar que vamos a celebrar o que se puede celebrar ????? ante tanta tristeza e irreparable pérdida???? Por favor.... ¡¡¡ Sean dignos y confiables alguna vez en la vida!!!! y no jueguen con los sentimientos profundos y verdaderos de las personas", continúa la misiva.
"No es una cárcel de lujo"
"A nosotros como padres se nos impidió sepultar a nuestra hija juntos, unidos en el dolor y la congoja del terrible momento que tuvimos que vivir, en circunstancias que a todo interno o reo, como se les llama en Gendarmería, se les permite asistir a los entierros de sus familiares cercanos. Por qué se nos impidió a nosotros ???? Saben ustedes que mi marido no conoce el lugar donde ella está enterrada? Piénsenlo y díganme de qué IGUALDAD ante la ley me hablan. Para nosotros no existe el Estado de Derecho", declara la esposa, que asegura, "como usuaria obligada del Penal Cordillera", que "las cárceles de lujo NO existen".
"Las personas que allí se encuentran, viven en cabañas compartidas, a excepción del Gral. M. Contreras. Cada uno cuenta con una pequeña pieza con una cama decente, proporcionada por Gendarmería, se comparte: un baño, un lavaplatos y una mesa donde comer, no existen comedores, ni salones, ni tampoco se cuentan con cocina, solo con microondas para poder calentar las comidas", describe.
"En el patio, existen pagodas, tipo carpas, llevadas por cada familia, para poder reunirse con cada uno de ellos, tanto invierno, como verano dada la estrechez de las cabañas. Sinceramente, no sé, si se puede hablar de hotel cinco estrellas. No existen piscinas, ni multicanchas, ni salas de gimnasia, ni menos quinchos para efectuar asados, como lo mencionó el diputado Accorsi. Hay una antigua y mala cancha de tenis, que es ocupada por Gendarmería y alguna vez por algunos de los residentes. Contamos solamente, con un antiguo espacio techado, donde felizmente se efectúa durante todo el año y cada 15 días, la Santa Misa y celebramos allí, una liturgia con mucho recogimiento, el Domingo de Resurrección y el Nacimiento de Jesucristo el 25 de Diciembre. No hay más que eso", asegura la mujer de Krassnoff.
"Creo sinceramente, que los diputados que asistieron al Penal y como componentes de la Comisión de los DDHH de la Cámara, deberían bregar por una mejor calidad a nivel nacional, de establecimientos carcelarios y de vida de todos los internos en los diferentes penales del país, para que así, los reclusos que obtengan la libertad, sean útiles a la sociedad en el día de mañana y no salgan con resentimientos y con más escuelas del delito a su haber", termina la carta, con la que espera "haber aclarado y demostrado nuestro profundo malestar, ante tan burdo, odioso y semejante espectáculo al cual hemos sido expuestos".