La misión de la ONU en Haití lamentó las acusaciones hechas por organizaciones de derechos humanos a uno de sus mandos, el teniente general chileno Eduardo Aldunate, "sin haberlas comprobado en profundidad".
La Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) y dos asociaciones afiliadas en Chile y Haití pidieron el pasado 8 de noviembre la "suspensión inmediata" de Aldunate, a quien acusan de haber formado parte de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía política del régimen del general Augusto Pinochet.
En un comunicado, la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) lamentó que estas organizaciones de defensa de los derechos humanos "hayan podido divulgar graves acusaciones sin haberlas comprobado en profundidad previamente".
Según el documento, el Gobierno de Chile expresó al militar su "completo apoyo" e informó a la ONU de que Aldunate "no era objeto de ninguna inculpación por parte de la justicia chilena".
El general Aldunate afirmó por medio de cartas al jefe de la MINUSTAH, el general brasileño Urano Teixeira da Matta, al representante del secretario general de la ONU en Haití, Juan Gabriel Valdés y al propio Kofi Annan, "su total inocencia".
El comunicado agregó que el general Aldunate "no ha intentado evitar la justicia de su país y no considera que deba justificarse" frente a las "acusaciones difamatorias" hechas por las organizaciones.
El mes pasado Aldunate admitió en una videoconferencia de prensa que perteneció a la Central Nacional de Informaciones (CNI) durante algunos meses, en 1978, pero sin haber participado nunca en alguna operación contra opositores al régimen.
Un ex agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), en una declaración extrajudicial, vinculó a Aldunate con el asesinato del español Carmelo Soria, que era funcionario de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), en 1976. (EFE)