La periodista y académica de la Universidad Diego Portales Alejandra Matus afirmó en Lo Que Queda del Día que el ex fiscal militar Fernando Torres Silva, condenado como autor del crimen del ex químico de la DINA Eugenio Berríos "representa como una segunda etapa en la dictadura".
La autora del artículo "Torres Silva, el fiscal favorito de Pinochet", reveló en Cooperativa que "Torres representa como una segunda etapa en la dictadura. No es la etapa de Manuel Contreras donde el secreto y el silencio de la información era como la tónica hacia la sociedad chilena".
"Torres era una dictadura sin complejos, donde el fiscal ocupaba un lugar preponderante en los noticiarios de televisión, en las páginas de los diarios, cotidianamente lo veíamos persiguiendo la innumerable cantidad de causas que llegaron a su poder. Yo creo que él se sentía un poco como el gran sheriff de Pinochet", añadió.
Matus reveló que "Fernando Torres asciende de la nada, de las mazmorras de la justicia militar, donde era un funcionario de segunda categoría, cuando ocurre el atentado a Pinochet y él estaba circunstancialmente siguiendo una causa de Carrizal y luego se le agrega el atentado a Pinochet, que asume con mucho entusiasmo".
"Pinochet decía de él, que él era el único que tenía interés en aclarar el atentado. Pinochet en ese momento se sentía muy vulnerable, incluso su primera reacción fue pensar que el atentado era una operación interna de la propia dictadura, entonces Torres fue para él como un protector, una persona que lo defendía incluso de sus enemigos internos", explicó.
Caso Berríos ocurrió en las barbas del gobierno de Aylwin
Alejandra Matus, quien como periodista reporteó la muerte del ex químico de la DINA, señaló que "el caso Berríos ocurrió en democracia, mientras se investigaba el caso del homicidio de Orlando Letelier, que aparece la figura de este químico que nadie conocía".
A juicio de la académica de la UDP, Berríos "fue un descubrimiento del ministro (Adolfo) Bañados y de la Policía de Investigaciones y yo creo que esa investigación fue notable, porque era un personaje que hasta ese momento su existencia se desconocía".
"Todo esto ocurrió en las barbas del gobierno de Patricio Aylwin y en ese momento fue imposible detectarlo a tiempo, porque cuando el ministro Bañados ordena la detención de Berríos, éste estaba en Chile, el Ejército lo saca, lo llevan a Uruguay y en Uruguay Berríos se destempla y terminan decidiendo su ejecución", precisó.
La profesional concluyó que el caso de Eugenio Berríos "es una demostración de estos pactos de silencio de los que se ha hablado, de cómo se ejecutaron esos pactos de silencio en las más altas esferas del Ejército".