Por primera vez desde que se investigan las violaciones de los derechos humanos cometidas durante la dictadura de Augusto Pinochet, se comprobó el lanzamiento de personas vivas al mar.
Así lo concluyó el proceso judicial en contra del coronel Carlos Mardones Díaz, el brigadier Miguel Krassnoff, el capitán Richter Nuche y el mayor Emilio De La Mahotiere (todos en retiro), acusados por los delitos de asociación ilícita y secuestro calificado de Ceferino Santis, Luis Norambuena y Gustavo Farías, todos detenidos desaparecidos, al que tuvo acceso El Dínamo.
Dos de los acusados permanecen en prisión preventiva, y otros dos están cumpliendo condena en Punta Peuco.
El proceso concluyó que las víctimas fueron detenidas apenas ocurrió el golpe de Estado, entre el 12 de septiembre de 1973 y los primeros 15 días de octubre de ese mismo año, por funcionarios del Regimiento de Ingenieros de Tejas Verdes de San Antonio.
Posteriormente, los detenidos fueron conducidos a diversos recintos como el Campamento de Prisioneros N°2 de Tejas Verdes y la Cárcel Pública, recinto penitenciario desde donde fueron trasladados al sector de club de golf de las Rocas de Santo Domingo, en la Región de Valparaíso, subidos a un helicóptero militar y lanzados al mar.
"Al subir a la aeronave me encontré en el piso con tres personas vivas, que estaban atadas de pies y manos y con la vista vendada. Recuerdo que los tres sujetos eran varones", indicó el testimonio judicial de Juan Guillermo Orellana Bustamante, suboficial en retiro del Ejército y que formó parte de esa tripulación como mecánico del helicóptero.
El testimonio de Orellana, entregado el 29 de mayo de 2012, había pasado inadvertido hasta hoy.
"El primero de estos (tres sujetos) era un señor adulto de pelo canoso, de 45 a 55 años, de contextura gruesa. La segunda persona era más joven, era de tez morena. Calculo que debió tener entre 30 y 40 años, y la tercera persona la recuerdo como de 25 a 30 años, tez morena, delgado", prosigue el testimonio de Orellana, que a medida que avanza, detalla el modus operandi de los llamados "vuelos de la muerte".
"Miguel Krassnoff"
"El capitán de Ejército procedió, solo, a tomar a las personas. En primer lugar tomó a la persona más adulta de los pies; lo giró hacia la puerta y lo empujó con las manos hacia abajo, hacia el mar", relató Orellana.
Esta situación similar vivieron las otras dos víctimas.
En su segunda declaración, el 7 de agosto de 2014, Orellana reveló la identidad del autor de los crímenes: "Quiero hacer presente que el oficial de Ejército que lanzó a las personas que se encontraban amarradas, vendadas y vivas, dentro del helicóptero, me parece que correspondería a Miguel Krassnoff", dijo.
Hace unos días, el 9 de mayo, Krassnoff, De la Mahotiere y Nuche fueron sometidos a proceso como autores del secuestro calificado de Santis, Norambuena y Farías.
El ministro en visita Jaime Arancibia agregó a este delito, también como autor, a Carlos Oscar Evaristo Gregorio Mardones Díaz, en ese entonces, comandante del Comando de Aviación del Ejército, con asiento en Tobalaba.
Con la revelación realizada, la expectativa de la investigación del juez Arancibia es determinar si se trató del único vuelo de la muerte o pudo haber existido otros, cuyas tripulaciones, oficiales y suboficiales, aún guardan silencio, señala el medio.
Londres 38 pide cárcel efectiva
Tras conocer estos hechos, Londres 38, espacio de memorias, solicitó la prisión para los procesados por el lanzamiento de cuerpos al mar, dos de los cuales se encuentran en prisión preventiva.
"Esperamos que las notificaciones y aprehensiones en virtud de la gravedad de los hechos, sean llevadas con la mayor celeridad para evitar eventuales dificultades como fugas o dilaciones, tan conocidas hasta ahora", declaró la organización, que es una de las querellantes en el caso.
"La coordinación entre el CAE, el Regimiento Tejas Verdes, la Cárcel de San Antonio y los ejecutores directos de las detenciones, explicitan los procedimientos utilizados para la desaparición forzada de las personas; y también la posibilidad de encontrar nuevos responsables, avanzando en la lucha contra la impunidad y los pactos de silencio de los perpetradores que han contado con la complicidad de diversos sectores, incluidas las Fuerzas Armadas y otras instituciones estatales", recalcaron.