Los dos aviones Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Brasileña arribaron este domingo a Chile para colaborar con la emergencia forestal que afecta al país.
Las aeronaves -con una capacidad de 11.400 mil litros de agua- llegaron al Grupo 10 de la FACh con una tripulación compuesta de ocho personas cada uno.
El teniente de la Fuerza Aérea brasileña, Mario Ribeiro, detalló que solamente uno de los aviones va a combatir, mientras el otro lleva todo el equipamiento necesario para la operación, como las piletas, las bombas de agua y el compresor.
Ribeiro expresó que "para nosotros es un honor estar aquí en Chile para poder ayudarlos en este momento difícil en que se encuentran por los focos de incendios forestales", y reconoció que aunque no les ha sido entregado el período exacto de tiempo por el que estarán en Chile, "vamos mañana a Concepción para hacer la operación aérea ahí".
Este apoyo aéreo se suma al avión SuperTanker, que ha realizado una serie de descargas exitosas en diferentes regiones del país.
Respecto a los tiempos de demora del avión entre cada recarga, el comandante del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur, Álex Alarcón, explicó que "tenemos que considerar que los pilotos igual tienen que tener un tiempo de descanso, el avión tiene que ser cargado con su combustible, lo revisan".
Se espera llegada de más apoyo aéreo
En paralelo, el viernes llegó la comitiva peruana también con apoyo aéreo y se espera que durante la madrugada de este lunes llegue el avión ruso Ilyushin IL-76, más conocido en redes sociales como "El Luchín".
El comandante Erico Mauricio, piloto peruano de uno de los Bell-212 que envió la FF.AA. de ese país, explicó que "nuestra principal capacidad que nos designó el gobierno del Perú, en lo que es búsqueda y rescate, salvamento y socorro médico, esa es la principal función y habilidades como helicóptero y como tripulantes".
En tanto que para el martes se espera la llegada del avión ruso Antonov, el más grande del mundo, que traerá cuatro modernos helicópteros que se sumarán a las labores de combate de los incendios forestales.
Se trata de tres aeronaves Bell 205A1, de una capacidad de mil 600 litros, y un K-Max 1200, con doble rotor y capacidad para dos mil 700 litros. Además, una de estas unidades posee tecnología de visión nocturna.