El presidente de la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), Jorge Valenzuela, aseguró que "hay una suerte de estado de shock en el mundo agrícola y frutícola" producto de la crisis hídrica, que comenzó hace 11 años en el país y se ha agudizado este 2021.
En un comunicado del gremio, Valenzuela apuntó que "la fruta hoy en día genera alrededor de 700 mil puestos de trabajo, y si esta situación continúa, habrá zonas que no serán más productoras de fruta, por un tema de disponibilidad de agua, o que bien irán disminuyendo".
Frente a esto, estimó que en adelante "los agricultores tendrán decidir qué cultivar y qué no", como ha sido el caso de las paltas, que requieren entre 7.000 y 16.000 metros cúbicos de agua por hectárea al año.
En cuanto a la crisis climática planetaria, que esta semana volvió a la discusión con el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC), Fedefruta propone diseñar una política pública al respecto que trascienda los gobiernos, así como fortalecer las medidas de apoyo para el sector, arguyendo que no sólo proveen de empleos, sino que también de seguridad alimentaria.
También piden implementar "un plan de plantas desaladoras financiadas por el Estado para asegurar el consumo humano, la alimentación y las actividades productivas", aunque éstas no son acogidas transversalmente, pues arrojan toneladas de sal al mar, generando un problema para la biodiversidad.
Con todo, Valenzuela estima que "de no atender estas urgencias por la sequía, sólo lograremos hundir más en la precariedad a las zonas rurales que desde hace muchos años están postergadas".