La PSU no disminuyó la brecha socioeconómica tras 10 años de aplicación
Informe encargado por el Ministerio de Educación detectó defectos en la admisión.
El Cruch se planteó establecer una nueva institucionalidad para el proceso.
Informe encargado por el Ministerio de Educación detectó defectos en la admisión.
El Cruch se planteó establecer una nueva institucionalidad para el proceso.
A 10 años de su implementación, la PSU no logró disminuir la brecha socioeconómica de ingreso a la educación superior, según consta en una auditoría efectuada por la empresa internacional Pearson.
Dicha compañía determinó que el sistema que se utilizó por primera vez en 2003 presenta falencias en la elaboración de las preguntas que se expresan en el nivel de omisión al momento de ser respondidas, en la falta de un método que permita que la escala de puntajes sea equivalente entre los exámenes de un año a otro y en problemas de estructura que provoca sesgos.
El ministro de Educación, Harald Beyer, expuso que "en pruebas de este tipo las brechas socioeconómicas son mayores a las que se observan en la experiencia internacional. En ese sentido todavía después de 10 años tenemos un sistema de admisiones que está al debe".
El secretario de Estado ejemplificó que "el informe señala que la prueba no está bien alineada con el currículum. Y cuando está bien alineada favorece a la educación científico humanista por sobre la técnico profesional. Esas son cosas que nos debemos preguntar: ¿Queremos que sea así?".
A nombre del Cruch, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, asumió las falencias y planteó que "hemos definido el trabajo a implementar una nueva institucionalidad para poder guiar, analizar, investigar y producir los cambios que requiera la PSU. Va a ser punto de agenda principal de la reunión del 7 de marzo del Consejo de Rectores con la presencia del ministro y el jefe de la División de Educación Superior".