El 21° Juzgado Civil de Santiago condenó al Colegio San Juan Evangelista de Las Condes y a los padres de un alumno agresor a indemnizar económicamente, por un episodio de violencia, tanto a la víctima como a sus progenitores.
Los hechos se remontan al 15 de marzo de 2016, cuando, en medio de una clase de matemáticas de octavo básico, y en presencia de una profesora y de sus compañeros, un menor se levantó de su asiento, se dirigió hacia otro y lo agredió con una serie de golpes de puño en la parte posterior a su cabeza.
Los padres del niño agredido demandaron a los padres del agresor y a la Congregación de Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesus, en calidad de propietarios del establecimiento educacional, particular pagado.
En la acción legal contaron "que la golpiza fue de tal magnitud que su hijo quedó inconsciente y debió ser llevado desde la sala de clases a la enfermería entre varias personas". Producto de la misma "sufrió un tec cerrado, contusión facial e inflamación de la articulación de la mandíbula, debiendo ser internado durante 48 horas en la Clínica Las Condes y, posteriormente, estar con reposo por quince días".
Los demandantes señalaron que el alumno fue diagnosticado con "un grave estado de shock emocional" que lo ha obligado a asistir a sesiones quincenales de terapia desde entonces, y la misma situación que lo llevó a cambiarse de colegio para no seguir compartiendo con B.M., quien sólo sufrió una suspensión condicional.
Insultos previos
En el fallo del Juzgado Civil de Santiago consta que en un "informe de los hechos relatados por alumnos" se detalla que el niño agredido "comenzó a molestar a su compañero (...) diciéndole cosas sobre su mamá y groserías", por lo que éste "solicitó a la profesora que interviniera para frenar la situación, sin embargo ella no hizo nada al respecto y sólo les indicó que siguieran trabajando".
La situación terminó, literalmente, con "unos combos", y la profesora Patricia González relató que cuando todo se calmó el agresor físico "le pidió disculpas" a su compañero, el agresor verbal.
En el fallo consta que los demandantes exigían 10 millones de pesos "para ellos como padres" y 15 millones por el daño moral de su hijo, pero la jueza Patricia Castro consideró que "debe existir una proporcionalidad entre el daño y la indemnización".
En definitiva, determinó "que los demandados deberán pagar solidariamente" un millón de pesos por daño moral, otro millón de pesos por el daño moral al niño y 4.300 pesos por una libreta que terminó rota en la refriega.
La magistrada consideró que el Colegio San Juan Evangelista fue "negligente" al incumplir su deber de cuidado de los alumnos, tanto física como sicológicamente", y su obligación de "promover la buena convivencia escolar y prevenir toda forma de violencia física o psicológica, agresiones y hostigamientos".
"Incidente aislado"
El rector del establecimiento, Jorge Torres Santibáñez, aseguró que todo "se trató de un incidente aislado, imprevisto y único en su especie" dentro de la historia del mismo.
"No existió negligencia del colegio, por cuanto resultó una acción imprevista, espontánea e inesperada de un alumno sobre otro", aseguró el profesor a Las Últimas Noticias.