La Agencia de Calidad de la Educación dio a conocer los resultados del Estudio Internacional de Lectura Pirls -la primera participación de Chile en este informe-, que reveló que los estudiantes nacionales están seis puntos por debajo de promedio global de la escala internacional (500): 494 sobre 500.
En esta primera evaluación, nuestro país -estudiado en 2015, junto a otros 49 países, y nueve ciudades- obtiene los mejores resultados después de dos décadas de participar en estudios internacionales, consigna La Tercera.
Los 494 puntos de Chile es un resultado superior al otro sistema educativo de la región que participa en el estudio, Ciudad de Buenos Aires (480), y similar a los resultados de Bélgica y Georgia.
Por otra parte, aunque sigue existiendo una brecha de género -donde las mujeres obtienen mejores resultados que los hombres, con 14 puntos más-, esta es menor que el promedio internacional, ubicándo a Chile junto a países como Dinamarca, Inglaterra y Suecia.
Resultados importantes
En los resultados por habilidades lectoras, los alumnos chilenos se acercan al promedio de la escala internacional (496 puntos) cuando seleccionan información del texto y realizan inferencias directas, y lo mismo ocurre cuando interpretan y evalúan un texto (491 puntos), indica el rotativo.
Sobre los niveles de desempeño, cuatro de cada 10 estudiantes de 4º básico presentan problemas en su comprensión lectora, quedando en los niveles bajo (28 por ciento) y fuera del nivel bajo (13 por ciento).
Según grupos socioeconómicos, la brecha aún es profunda y favorable a los grupos más acomodados (+95 puntos), pero está muy por debajo del promedio internacional (132 puntos, con una diferencia de 87 puntos), quedando Chile junto a países como España, Polonia o Bélgica.
Además, en Chile los padres demuestran menos afinidad hacia la lectura que el promedio internacional: sólo uno de cada cinco (27 por ciento) reporta que le gusta mucho la lectura, mientras que el promedio de los países participantes alcanza a uno de cada tres.
"Los padres marcan la diferencia"
Carlos Henríquez, secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad, destacó que "hay buenos lectores en todos lo grupos socioeconómicos y, mirando obviamente el vaso más vacío, tiene que ver con que dos de cada cinco no tiene las competencias mínimas en lo que tiene que ver con el proceso lector", dijo.
Agregó que "hay información relevante de que los padres marcan la diferencia, el gusto por la lectura, el disfrute por la lectura no da lo mismo y claramente lo que podamos hacer por el sistema escolar y también en la sociedad parta una alanza pro la lectura es imprescindible. Estudiantes que se ven obligados por la lectura no van a leer. Estudiantes que ven en esto una oportunidad de aprendizaje y lo ven en un disfrute, son los que marcan la diferencia", subrayó.
Por su parte, la ministra de Educación, Adriana Delpiano, destacó que "necesitamos más lectura en todos los hogares, eso es así, pero estos son hábitos que se forman no en una sola generación. Cuando nosotros vemos el Metro de Londres lleno de gente leyendo, bueno, seguramente vienen ya de hace dos siglos leyendo, para decirlo derechamente. Ojalá lleguemos a eso".
"Estamos avanzando en la medida que tenemos bibliotecas escolares mucho más diversas más amplias, con textos más entretenidos, más adecuados al mundo actual", enfatizó.
La titular también se refirió a la reforma de educación superior, y dijo que confían en sacarla de aquí a enero. Este miércoles, es espera que la iniciativa sea votada en general en la Comisión de Educación del Senado, para que pase posteriormente a Sala.
La voz de los expertos
Para Carlos Guajardo, académico de la Facultad de Educación de la Universidad Central, es importante motivar a los propios apoderados de los estudiantes para mejorar los niveles de lectura en los niños.
"Comprar libros en Chile es demasiado caro, y en segundo lugar, tiene que ver con que los apoderados a veces no tienen el tiempo incluso para leer con sus niños, por lo tanto, esa motivación yo la generaría hacia los apoderados desde la escuela", dijo.
Para Alejandra Meneses, académica de la Facultad de Educación de la U. Católica, es necesario buscar temáticas más entretenidas para que los niños se estimulen.
"Es importante avanzar en estrategias de fomento lector, con evaluaciones que no estén centradas en evaluar solo la comprensión de esas obras, sino que poder incentivar a que los estudiantes puedan dialogar con esas obras y en ese sentido también poder fomentar dentro de la escuela el ampliar los repertorios y no solo tener obras literarias, sino que también avanzar a tener textos académicos, informativos, de calidad", manifestó la académica.
No basta con enseñar a leer, a unir las letras, y en esa línea, Macarena Silva, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, cree que desde prekinder o kinder a los niños se les deben hacer comprender las historias, generar diálogos con los niños, a raíz de textos simples o de imágenes.
"Pensar sobre los eventos, hacer relaciones entre las cosas, ser capaces de inferir, que esa es una de las cosas que se miden en esta prueba, la inferencia. Si tu a los niños les cuentas una historia oralmente y después les hacen preguntas que les haga pensar, aunque sea lenguaje oral, te está fomentando habilidades de comprensión", aseveró.