La Agencia de Calidad de la Educación entregó este miércoles los resultados de la prueba Simce de Escritura 2016, que se aplicó en octubre a estudiantes de 6° básico, y donde las niñas tuvieron un desempeño altamente superior a sus compañeros varones.
El test tuvo un conjunto de características particulares, pues se evaluó a los alumnos "a través de la puesta en práctica de sus habilidades", no contestando preguntas, sino que "produciendo un texto"; cada uno diferente, destacó la Agencia.
Las características particulares del test.
El secretario ejecutivo de la misma, Carlos Henríquez, explicó que si bien los estudiantes logran mayoritariamente organizar y responder al propósito de lo que se les solicita escribir, "presentan dificultades con otras habilidades, como mantener la coherencia de lo escrito o avanzar hacia el desarrollo de sus ideas".
"Estas dificultades se observan con mayor frecuencia en textos informativos, mientras que los textos narrativos están mejor logrados", apuntó Henríquez, quien resaltó también cómo las mujeres logran mejores resultados que los hombres en todos los grupos socioeconómicos.
Incluso, se da la particularidad de que en esta prueba las niñas obtienen mejores puntajes que los niños pertenecientes a grupos socioeconómicos (GSE) superiores.
Sobre estas cifras, Carmen Sotomayor, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, apuntó que "la brecha es menor por nivel socioeconómico en escritura que en lectura. A todos les va un poquito más mal, es más parejo el logro, y yo creo que eso tiene que ver con que se practica poco en todos los colegios. La tendencia es más bien a hacer trabajos de transcripción, contestar preguntas de pruebas, copiar de la pizarra".
Las niñas de un grupo socioeconómico bajo tienen resultados que igualan y superan a los de los niños de grupos más altos.
La Agencia recordó que "históricamente en Chile las ventajas de pertenecer a un grupo socioeconómico más acomodado han redundado en mejores resultados educativos", pero este tema "en escritura desaparece", lo cual confirma "que los niños y niñas no tienen diferencias biológicas en la escritura, sino culturales", y ésta es una barrera.
"No tenemos evidencia en esta evaluación para saber el por qué (se produce), pero si uno revisa estudios nacionales a internacionales, en nuestro país muchas veces construimos estereotipos de género: tenemos altas expectativas en matemáticas para los hombres, y mejores expectativas en lenguaje de las mujeres", comentó.
En la misma línea, Felipe Coloma, investigador de Educación 2020, comentó que este resultado "nos tiene que llevar a preguntarnos qué está sucediendo al interior de las salas de clase o en las escuelas, que se ha creado esta convicción de que las mujeres son mejores para escribir o para comunicarse y los hombres son peores".
"Esto es resultado más de estereotipos, hoy en día la evidencia y la ciencia te muestran que no hay diferencias significativas en las habilidades comunicativas, sino mucho más de expectativas, tanto teniendo en cuenta que tenemos que avanzar hacia una educación que valore las capacidades de hombres y mujeres por igual", argumentó.
Carlos Henríquez dijo que las expectativas ligadas con los "estereotipos de género" parecen mostrar incidencia directa en los resultados. (Foto: ATON)
Qué se evaluó específicamente
El Simce de Escritura tuvo cuatro criterios de evaluación: el propósito comunicativo, la organización textual, la coherencia y el desarrollo de ideas.
El propósito comunicativo es la intención, el para qué se escribe un texto. Así, mientras que el propósito narrativo es contar una historia, el propósito informativo se trata de describir, exponer o explicar un tema. En este criterio de evaluación la mayoría de los estudiantes escribe con el propósito solicitado, tanto para textos narrativos (86 por ciento) como informativo (69 por ciento).
La organización textual se refiere a la organización global del texto, que permite dar a las ideas una forma determinada, según los diferentes propósitos. En este criterio de evaluación, cerca de la mitad de los estudiantes escribe textos con una organización clara y completa (51 por ciento para informativo y 69 por ciento para narrativo).
Respecto de la coherencia de los textos, es decir, las relaciones de sentido entre las diferentes ideas, el 45 por ciento de los textos informativos escritos por los estudiantes son comprensibles, pues tienen un sentido claro, todas las ideas están enfocadas en el tema y se relacionan entre sí. Lo mismo ocurre con el 42 por ciento de los textos narrativos.
En los textos informativos el 19 por ciento no se comprende su sentido, y el 32 por ciento se comprende con dificultad. En los textos narrativos el 12 por ciento no se comprende y el 44 por ciento se comprende con dificultad.
Finalmente, el desarrollo de ideas corresponde a la profundidad y detalle con que se entrega la información, y permite al lector recrear o imaginar aquello sobre lo que se informa o narra. E los textos informativos el 64 por ciento desarrolla el tema de manera básica o sólo enuncia sus ideas, y en los textos narrativos la mitad de los estudiantes desarrolla los temas de manera básica o con dificultad.
Por otra parte los que desarrollan el tema de manera acabada, corresponden a menos del 50 por ciento, en ambos tipos de textos; en los textos informativos un 32 por ciento y en los narrativos un 49 por ciento.
Buenas noticias en la educación rural
Esta prueba trae buenas noticias para la educación rural, pues en los sectores más vulnerables (GSE bajo y medio bajo) estos colegios logran mejores resultados que los establecimientos de igual condición socioeconómica de sectores urbanos.
El secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación resaltó que se visitaron algunos establecimientos rurales con muy buenos resultados con el fin de conocer qué prácticas estaban adoptando para lograr una buena escritura de los estudiantes.
Los niños y niñas escribieron textos particulares, narrativos e informativos, que fueron evaluados en aspectos como coherencia y desarrollo de ideas.
"Hay prácticas que todas estas escuelas visitadas realizan y que, probablemente, son las que le dan buenos resultados: planificación del aprendizaje a nivel de escuela y de asignatura; motivación y trabajo en Lenguaje de modo transversal en todas las asignaturas; estudiantes que se sienten queridos y apoyados por sus profesores y directivos; profesores con altas expectativas de sus estudiantes, y estudiantes que se sienten desafiados a dar más", enumeró Carlos Henríquez.
Crédito: Agencia de Calidad de la Educación
"Claramente el mundo rural trabaja con menos niños. También hay un tema de tiempo y disposición. Creo que llegar a tener 35 niños por curso como tope -como se plantea en el proyecto de ley de Nueva Educación Pública- y no 45, es un paso para tener también posibilidades de una comprensión diferente", complementó a este respecto la ministra Adriana Delpiano.
Crédito: Agencia de Calidad de la Educación
¿Hay que temer a las redes sociales?
Una afirmación frecuente respecto de la escritura es que hoy "por culpa de las tecnologías" los estudiantes escriben peor. En ese sentido, Carlos Henríquez explicó que "hay que entender Twitter, Facebook, Instagram, Whatsapp, entre otros, como nuevos géneros que son necesarios aprender y, en ese sentido, debemos saber qué vamos a entender por escribir peor".
Detalló que si lo que se entiende por escribir peor es abreviar palabras o utilizar menos caracteres, las tecnologías podrían ser perjudiciales. "Sin embargo, esa concepción de la escritura es errónea, ya que, acorde al enfoque curricular y a la Academia de la Lengua, lo que se busca a partir de la escritura es, por medio de la lengua, poner en práctica las habilidades necesarias para transmitir mensajes que se entiendan con claridad y cumplan con un propósito determinado", puntualizó.
En ese sentido, relató que hoy estamos escribiendo más que en toda nuestra historia. En un minuto se envían más de 150 millones de correos electrónicos, 30 millones de whatsapp, se actualizan más de 3 millones de estados en Facebook y se escriben 500 mil tuits. Solo para hacerse una idea, hace diez años lo creado en formato digital representó 3 millones de veces lo publicado en todos los libros escritos en la historia de la humanidad.
"En Chile y en el mundo se escribe más que nunca antes en la historia de la humanidad, y aunque estas cifras son impresionantes, la importancia de la escritura no radica solo en la cantidad de información producida, sino en cómo ayuda al desarrollo del pensamiento, a comunicarnos diariamente y también a quedarnos en la historia", indicó Henríquez.