Estudiantes del Instituto Nacional y el Liceo 1 se manifestaron en rechazo al cambio de ponderación del ranking de notas.
Intervino Carabineros con el carro lanzagua y hubo al menos 15 detenidos.
Los jóvenes se congregaron en las inmediaciones del Palacio de La Moneda y el Mineduc.
Unos mil alumnos de los llamados establecimientos "emblemáticos" cortaron este mediodía el tránsito en la Alameda, en las inmediaciones del Palacio de La Moneda, el Ministerio de Educación y la Casa Central de la Universidad de Chile.
La manifestación -no autorizada- se dio un día después de otra masiva marcha convocada por el movimiento estudiantil por la propia Alameda, y a pocos días de que la Corte de Apelaciones de Santiago acogiera recursos de protección presentados por padres y apoderados del Instituto Nacional contra de la Municipalidad de Santiago y ordenara a las autoridades competentes "garantizar la continuidad del servicio educacional durante el año escolar", poniendo fin a las tomas.
Esta manifestación obedece, no obstante, al rechazo de los estudiantes a los cambios en la ponderación del ranking de notas, que –afirman- ha provocado "una masiva fuga de alumnos" otros recintos.
La protesta reunió a estudiantes del Instituto Nacional y el Liceo 1 que, tras avanzar hacia la Alameda desde el norte y el sur, se dirigieron hacia el poniente para entregar una carta en el Ministerio de Educación.
A su regreso al oriente los jóvenes avanzaron hasta el frontis de la Casa Central de la Universidad Católica, donde se sentaron en plena calle para bloquear en tránsito en ambas direcciones, ante lo cual intervino Carabineros con el carro lanzagua.
La institución policial llamó a los ciudadanos, a través de Twitter, a preferir vías alternativas y reportó el desvío de los buses de numerosos recorridos del Transantiago: 401, 403, 405 al 407, 412, 418, 419, 421 al 424, 426, 427.
El tránsito en la Alameda se normalizó hacia las 13:30 horas, mientras al menos 15 estudiantes y un apoderado resultaron detenidos por la protesta.
El aumento de la ponderación del ranking fue anunciado el año pasado por el Consejo de Rectores después de una "profunda reflexión", y defendido como una "herramienta que contribuye a la equidad en el acceso y la inclusión en las universidades de estudiantes provenientes de sectores vulnerables".
La medida generó el inmediato rechazo de los llamados "liceos emblemáticos", que acudieron a la Justicia e implementaron polémicos mecanismos -como regalar notas 7- para mitigar el impacto de la medida.
