El historiador aseguró que el punto de partida de las manifestaciones es "una memoria histórica" como nunca antes la hubo en Chile.
Además resaltó que es errado analizar el movimiento a partir de los encapuchados.
El historiador Gabriel Salazar descartó que el movimiento estudiantil haya perdido masividad pese a los seis meses de movilizaciones desplegados por los estudiantes.
Además sostuvo que es un error pensar que hay una división en el movimiento porque existan algunos estudiantes que quieran volver a clases y otros no.
"Yo creo que este movimiento no ha perdido masividad y es un error pensar que esta aparente división de los que quieren volver a clases y de los que no quieren es una división real del movimiento, no lo es así, porque los que van a clases siguen tan definidos por el movimiento como los otros", señaló el experto en el programa Tolerancia 0.
Por otro lado, Salazar resaltó que es errado analizar estas manifestaciones a partir de los encapuchados, pues sostuvo que "la violencia expresada de esa manera tirando piedras, con violencia callejera, existe en Chile hace 200 años, no es nada nuevo, sólo va cambiando de forma".
"Memoria Histórica"Respecto a las razones del descontento social en Chile, reflejado en las masivas manifestaciones, el también filósofo argumentó que se trata del reconocimiento de una memoria histórica que nunca antes hubo en el país.
"Hay un problema de fondo. Se ha acumulado en Chile, en la sociedad civil y en la clase popular en especial, una memoria histórica que no hemos tenido nunca antes. Es memoria de la otra democracia, que fracasó, que tuvo una muerte instantánea por el golpe militar, terrorismo militar, y no se olvida, que incluso está presente en los jóvenes y en los 'cabros chicos'", señaló.
"Esta viva toda la memoria de la dictadura, violaciones de derechos humanos; está viva la transición a la democracia, que implica en el fondo el aburrimiento con los políticos que demostraron que son más leales a la Constitución que a la ciudadanía y luego tenemos memoria del mercado, que es peor que ninguna", añadió.
Salazar enfatizó que "todo eso configura un movimiento social que no afecta solo a los estudiantes, afecta a los pobladores, a las comunidades regionales y a la clase media, es toda una ciudadanía y por algo el 80 por ciento está apoyando el movimiento estudiantil".
