La Universidad Alberto Hurtado expulsó a tres estudiantes y suspendió a otros 22 por un año en el marco de un sumario realizado tras las tomas que en junio y julio afectaron al plantel.
Según informó La Tercera, la protesta estudiantil dejó un saldo de 110 millones de pesos en daños, a consecuencia de más de 30 puertas destrozadas, cámaras de seguridad rotas y siete computadores perdidos.
El sacerdote jesuita Fernando Montes, ex rector del plantel, justificó la decisión al comentar que algunos de los alumnos suspendidos "son jóvenes que han reincidido, que ya han sido suspendidos (en el pasado)".
"Uno quemó una puerta el año pasado", ejemplificó Montes. "Las cosas tienen un límite y es bueno que la universidad, si quiere tener calidad, tenga sus límites. También debe ser firme", reflexionó.
Desde la institución declinaron referirse oficialmente al tema, puesto que el proceso disciplinario aún no está cerrado y hay la posibilidad de apelación.
Estudiantes acusan "decisión arbitraria"
Según destaca La Tercera, varios dirigentes se encuentran dentro de los sancionados, entre ellos tres de los cuatro miembros de la Federación de Estudiantes, que están afectos a la suspensión por dos semestres; entre ellos el presidente, Gustavo Orellana.
"Se trata de un intento de individualizar procesos colectivos", señaló al matutino Alexis González, secretario de comunicaciones de la Feuah y único miembro de la directiva que no recibió castigo.
"Es bueno que la universidad, si quiere tener calidad, tenga sus límites. También debe ser firme", dijo el ex rector Montes. (Foto: UNO)
Para el dirigente, la decisión de la Universidad es "arbitraria" -porque "la única prueba que tienen es un parte de Carabineros, del día del desalojo"- y afectará a jóvenes que posiblemente tendrán que dejar de estudiar, "porque perderán becas y créditos y no tienen la condición económica para costear los aranceles".
La Federación "llegará hasta las últimas instancias para dejar nulo el fallo" y ya anuncian una protesta al interior del plantel.