La Corte de Apelaciones de Coyhaique paralizó la central hidroeléctrica Cuervo, la segunda mayor de la Patagonia, y concedió una orden de no innovar hasta que se resuelva la acción judicial.
De esta forma se detiene una inversión de 733 millones de dólares contemplada la planta.
Anteriormente, en mayo de 2012, tras un recurso presentado por grupos ecologistas y ciudadanos representados por la ONG Corporación Fiscalía del Medio Ambiente, la Corte Suprema ordenó dejar sin efecto su Resolución de Calificación Ambiental y obligó a la empresa a presentar estudios geográficos en el proceso de tramitación ambiental, según informó El Mercurio.
Los opositores reclamaron que no se incluyó estudios sísmicos, solicitados por el Servicio Nacional de Geología y Minería, por lo que no se pudo calificar el proyecto de Energía Austral.
En tanto la empresa, controlada en un 51 por ciento por la australiana Origin y en un 49 por ciento por la suiza Glencore, declaró que "queremos recalcar que el proyecto Cuervo llevó adelante un riguroso proceso de evaluación ambiental".
"Cuervo tiene el potencial de aportar energía limpia, renovable y confiable para hacer frente a las crecientes necesidades energéticas de Chile, además de generar beneficios para la Región en el largo plazo", sostuvo la empresa.
Esta paralización se suma a la del proyecto termoeléctrico Punta Alcalde (740 MW) que impulsa Endesa en Huasco y al de la central a gas por 165 MW que busca desarrollar Enap en Concón.