Gran cantidad de personas se encuentra en los terminales de buses de Santiago en el comienzo del fin de semana largo en el que se celebran las Fiestas Patrias.
Como es habitual en estas fechas, los andenes de los terminales de Buses Sur y Alameda se ven abarrotados de pasajeros que esperan la llegada de la máquina que los llevarán a regiones para descansar o visitar a sus familiares.
Y como es tradicional, la mayoría de las personas se ha quejado de lo difícil que le resultó conseguir el pasaje y lo caro del boleto, que en general duplicó su valor.
Quienes también llegaron hasta los rodoviarios fueron los fiscalizadores del Ministerio de Transportes y de la Dirección del Trabajo, que se revisan que esté todo en regla, tanto los buses como las condiciones laborales de los choferes.
La directora del Trabajo, Patricia Silva, indicó que también es deber de las personas vigilar porque se cumplan las normas de seguridad.
"Creo que la gente tiene que preocuparse de que haya un sistema internado, tiene que preocuparse de que ellos efectivamente puedan perfectamente controlar que los choferes no lleven trabajando más de cinco horas continuas", sostuvo Silva.
Silva también sostuvo que en la fiscalización que se efectuó el jueves se detectó un número bastante bajo de faltas relacionadas a los sistemas de control de la jornada laboral.
Esto luego de ser consultada sobre la denuncia que realizó el alcalde de Estación Central, Gustavo Hasbún, que señaló que el 35 por ciento de las máquinas no tenían el aparato que regula las horas de trabajo de los choferes.
"Estamos dando cuenta que, por lo menos ayer a la 11 y media de la noche se habían fiscalizado 122 buses y, de hecho, solamente seis no contaban con el sistema a bordo. Las proporciones, por lo menos lo que había pasado hasta anoche, son distintas a las que estaba señalando el alcalde", dijo Silva. (Cooperativa.cl)