Tras las dudas derivadas de los casos de espionaje al interior de la institución, la Armada aclaró que su manual interno para la Escuela Naval y la Escuela de Grumetes hace énfasis en "normas de comportamiento, convivencia y conducta".
En el documento al que tuvo acceso Emol, se especifica que "se entiende por conducta sexual negativa, a los actos sexuales que se realicen al interior de las Escuelas o en otros lugares que estén bajo el control militar, por ejemplo: buques, aeronaves o bajo circunstancias que desacrediten al Servicio o que sean perjudiciales al orden y la disciplina, que sean contrario al orden público, las buenas costumbres y el normal funcionamiento institucional".
Este tipo de acciones incluye cualquier actividad de naturaleza sexual que "podría excitar o satisfacer los deseos sexuales del actuante, tales como besos, caricias, relaciones sexuales, desnudez explícita y exposición indecente", precisaron.
El informe explicita que todas estas instrucciones y requisitos son "neutrales" respecto del género y que los actos son definidos como "inapropiados" sin importar si se trata de personas del sexo opuesto o del mismo sexo.
Junto a esto, se indica que los cadetes y grumetes deberán informar sobre cualquier incidente de este tipo, además de mantener la puerta de la sala totalmente abierta y con las luces encendidas cuando un miembro del sexo opuesto se encuentre en ella.
En el texto también se precisa que no se debe incurrir en una conducta sexual, tomarse de las manos mientras estén de uniforme, intercambiar frotaciones en el cuerpo, sentarse o acostarse en la misma cama, demostrarse cariño inapropiado en público y no casarse o estar casados.
Posturas encontradas
Tras conocer estos detalles, el presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, Jorge Tarud (PPD), manifestó que "no se mostró el manual, era bastante específica la forma en que tenía que tener el comportamiento los marinos con sus compañeras mujeres y eso está en el reglamento, eso está especificado y por lo tanto aquellos que transgredieron el reglamento sabían muy bien lo que estaban haciendo".
"En consecuencia, el Comandante en Jefe de la Armada ha actuado correctamente y por lo tanto han sido desvinculados de la institución", añadió, en relación a los casos de la Fragata Lynch y el Buque Escuela Esmeralda.
Por su parte, Anita Martínez, abogada e integrante del Frente de Género de Revolución Democrática, recalcó que "si bien podría entenderse como una especie de protocolo institucional del comportamiento, asumiendo que este es un trabajo, creo que el problema es malentendido".
"Lo que pretende hacer es hacerse cargo de estos últimos sucesos que nosotros conocimos con gran dolor. Sin embargo, este no es el problema, es que no se están haciendo cargo efectivamente de la violencia de género que fue cometida", dijo.