El alto mando de Carabineros confirmó este martes que los funcionarios de la institución volvieron a utilizar las subametralladoras UZI durante labores de patrullaje preventivo.
La policía uniformada abandonó su uso progresivamente desde 2011, cuando el sargento Miguel Millacura mató en Macul al joven Manuel Gutiérrez, de 16 años, hecho por el que fue condenado en primera instancia por el delito de violencia innecesaria con resultado de muerte, calificación que la Corte Marcial cambió luego a cuasidelito de homicidio.
Carabineros informó hoy que a nivel nacional existen 2.000 uniformados certificados para utilizar este tipo de armamento, y que sólo en la Región Metropolitana hay disponibles 150 unidades asignadas a vehículos policiales.
Durante el balance semanal que realiza la institución, el jefe nacional de Orden y Seguridad, Enrique Monrás, fue consultado acerca de la preparación de los policías para su uso, y explicó que el personal territorial asiste a polígonos de tiro una vez al año, y últimamente ha aumentado en 50 por ciento la cantidad de tiros en cada entrenamiento.
Al ser consultado sobre este tema, el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, indicó que "cuando hablamos de patrullaje hablamos de una categoría bien amplia que puede ser un patrullaje preventivo o un patrullaje en una zona crítica donde sabemos que en algunos casos hay un poder de fuego superior y lo que nos importa a nosotros como gobierno es que nuestras policías tengan las herramientas necesarias para su protección y también el armamento adecuado".
"Como es costumbre, siempre nos gustaría evitar que las armas se usen, pero lo que nos importa en el contexto actual es que nuestras policías tengan las herramientas que necesitan y eso es parte de lo que está sucediendo", añadió.