La Contraloría General de la República anunció este lunes que realizará un sumario por los tres Carabineros de Concepción que cambiaron sus nombres por apodos en el uniforme, el bullado caso de los cabos "Super Dick", "Destroyer" y "Raptor".
El organismo "instruyó el inicio de un procedimiento disciplinario, con el objetivo de determinar eventuales responsabilidades administrativas por estos hechos", denunciados con fotografías que mostraban a los funcionarios con los apodos en manifestaciones.
"Atendida la naturaleza de las denuncias, la Contraloría decidió ejecutar el sumario", enfatizaron.
Ante la polémica generada, el general Rodrigo Medina, jefe de la Octava Zona Policial de Carabineros Biobío, aseguró este fin de semana que la situación obedeció a que los funcionarios estaban amenazados de muerte y por ello no querían ser identificados.
Sin embargo, dijo que la institución no comparte la medida realizada por los funcionarios.
Investigación especial por compras de balines y lacrimógenas
Además, los equipos de investigación de la Contraloría comenzaron una investigación especial para indagar el proceso de compra de elementos disuasivos, como balines y lacrimógenas.
Por ellos, los equipos de fiscalización ya se constituyeron este lunes "en dependencias de Carabineros de Chile, para sostener una reunión de coordinación con la Dirección de Logística, la Dirección de Compras Públicas y la Dirección de Auditoría Interna de la policía uniformada" para dar inicio a la indagatoria.