Los familiares de aspirantes oficiales, quienes murieron durante ejercicios de instrucción en 2011, rechazaron la condena de tres años de pena remitida a los a cuatro tenientes de Carabineros y pretenden recurrir a tribunales internacionales en busca de justicia.
Los condenados Rodrigo Oakley, Sergio Molina, Nicolás Silva y Jesús Wastavino fueron declarados culpables de cuasidelito de homicidio, por cometer "negligencias inexcusables" durante la actividad, por lo que ya anunciaron que presentarán una apelación a la Corte Marcial.
Frente a este escenario, el abogado de las víctimas, Rubén Jerez, señaló que recurrirán a tribunales internacionales para que se establezca la responsabilidad institucional.
"Creemos que nos tenemos que preparar para instancias internacionales porque claramente estos son niños que no revestían parte de militares y de esta forma lo que se trata es orquestar una vez más en todo este proceso donde se garantiza las impunidades para todo un alto mando", sostuvo Jerez.
El abogado de las familias además agregó que los acusados "no han dado viso de valentía y de asumir su responsabilidad por el crimen de estos dos jóvenes, porque claramente hablar de cuasidelito es una burla y una mentira.
Idilia Vargas, madre del joven Julio Ulloa, criticó el actuar de los tenientes de Carabineros, señalando que "si los niños estaban tan agotados, tan extenuados, cansados y deshidratados, lo mínimo es haberle otorgado agua, darles descanso cuando lo pidieron, porque mi hijo lo pidió, mi hijo dijo 'no puedo más' y lo obligaron a seguir haciendo ejercicio".
"Está bien, los reglamentos están para cumplirse, pero también hay criterio personal para poder obviar esas ordenes. No concibo una obediencia rigurosa más en el caso que se está poniendo en riesgo la vida de personas que están por su propia voluntad, porque es lo que era su vocación", agregó Vargas.