El teniente coronel Mauricio Saldaña, uno de los oficiales dados de baja por el fraude al interior de Carabineros, aseguró que recibía un 10 por ciento de los montos robados y que se involucró en el engaño debido al cáncer de su esposa e hija.
Según consignó La Segunda, Saldaña declaró en la investigación interna el 2 de marzo, oportunidad en la que describió la operatoria seguida en su caso y entregó el nombre de quien lo contactó para formar parte de quienes prestaron sus cuentas corrientes.
Saldaña explicó que en 2010 se le detectó un cáncer a su esposa y, posteriormente, a su hija, gastos que no pudo solventar en un largo plazo.
Es en este momento que un teniente coronel de Intendencia -quien renunció en 2015- organizó colectas para ayudarlo, pidiéndole un "favor" a cambio.
De acuerdo con su relato, los depósitos irregulares se iniciaron en 2013 y habrían provenido de las glosas "bonos" y "viáticos", llegando a más de 300 millones de pesos en dos años.
Saldaña retiraba el 90 por ciento de esa suma en efectivo y se la entregaba directamente al funcionario en bolsos, quedándose con el 10 por ciento restante.
"Estas circunstancias de contexto, que implicaban salvarle la vida a ellas y que motivaron su conducta fueron aprovechadas por los autores intelectuales para usar a mi representado en sus fines ilícitos, pero creemos que la verdadera atenuante será la colaboración sustancial que vamos a desplegar en el esclarecimiento de estos hechos", comentó al vespertino el ex fiscal Alejandro Peña, abogado de Saldaña.