Las comunas de Cañete, Contulmo y Tirúa, al sur de la Región del Biobío, entrarán este domingo, a las 00.00 horas, en un toque de queda de siete horas, en medio de la conmoción por el asesinato de tres carabineros perpetrado la madrugada del sábado.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, anunció el decreto en una rueda de prensa, donde explicó que la medida "obedece fundamentalmente a dos tareas que nos parecen esenciales: uno de los objetivos centrales es poder facilitar la investigación que se está llevando adelante (...) El segundo objetivo tiene que ver justamente con poder tener un mejor control territorial y detectar, desde esa perspectiva, movimientos que podrían ser considerados sospechosos".
"Va a comenzar a las 24.00 horas y va a terminar a las 7.00 de la mañana", puntualizó.
Agregó que este domingo "se va a hacer una evaluación para definir si esos horarios se modifican a partir de mañana".
Respecto a los motivos, Monsalve remarcó: "En seguridad no se improvisa, no se hace algo rápido para satisfacer, tal vez, algún interés público. Se hace para tener medidas de seguridad eficaces".
Posteriormente, el Presidente Gabriel Boric, quien viajó hoy hasta Cañete para entregar el pésame a Carabineros, confirmó el toque de queda en una mensaje de la red social X y advirtió que "los criminales responderán ante Chile y la justicia", a la vez que enfatizó que "se reforzará la presencia policial y militar a nuestra máxima capacidad mediante patrullajes conjuntos en la zona".
Más temprano, el Mandatario no descartó "ninguna herramienta legal" en este convulso escenario, pero subrayó que el Ejecutivo actuará "con la cabeza fría" y en coordinación con los poderes del Estado para "tener verdad, justicia y que no haya impunidad".
Mientras, todos los partidos políticos que forman parte del Gobierno adelantaron que respaldarán todas "las decisiones que adopte" el Jefe de Estado que vayan en la línea de "prevenir y perseguir la violencia, el crimen organizado y el terrorismo".
EL CRIMEN QUE CONMOCIONA A CHILE
El triple asesinato, inédito en el pasado reciente del país, tuvo lugar en Cañete (Región del Biobío) sobre la 1:30 de la madrugada, en las primeras horas del Día del Carabineros, cuando un grupo de hombres armados se abalanzó contra su vehículo policial e incendió el vehículo, donde murieron calcinados un sargento y dos cabos.
Las víctimas, de la Cuarta Comisaría COP de Los Álamos, fueron identificadas como el sargento primero Carlos Cisternas, el cabo primero Sergio Arévalo y el cabo primero Misael Vidal, todos con pequeños hijos y una hoja de vida con diversas felicitaciones por su desempeño en la institución.
Al respecto, el director general, Ricardo Yáñez, remarcó que "no tengo registro en mi historia de 38 años de servicio de la muerte de un carabinero y no uno, tres asesinados de forma cruel el día de nuestro aniversario. Esto no fue casual, esto no fue al azar. Basta ya y hasta cuando".
El homicidio ha generado un repudio trasversal en el mundo político, que ha mostrado su preocupación por el hecho y ha solicitado, sobre todo desde sectores de derecha, avanzar en la opción de decretar Estado de Sitio en el sur del país para frenar los atentados.
Producto de la gravedad del atentado, el Gobierno salió a respaldar a Yáñez de quien se esperaba que esta semana renunciara al cargado debido a la formalización que debe enfrentar el próximo 7 de mayo por el delito omisivo de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves y homicidio, cometido entre octubre de 2019 y el 31 de marzo de 2020, época en que ejercía como director nacional de Orden y Seguridad.
Respecto a las responsables y a la investigación en curso, las autoridades han declinado entregar detalles para no alertar a los responsables de la tragedia que enluta a Chile.