El Presidente Gabriel Boric se reunió esta mañana con la familia de la sargenta segunda Rita Olivares Raio, quien fue asesinada el domingo en un procedimiento policial en Quilpué.
El Mandatario arribó a la Tenencia El Belloto de esa ciudad, donde desempeñaba funciones, con la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, para congregarse con sus compañeros de trabajo y su familia: "Para no dejarlos solos, para que no haya más carabineros muertos y para hacer justicia, eso lo tienen claro los carabineros y el director general".
"Carabineros tiene todo el apoyo de este Gobierno y el Estado, y hemos entregado más presupuesto, más herramientas, lo vamos a seguir haciendo, pero vamos a trabajar en conjunto con ellos", enfatizó Boric en la oportunidad.
Tras sus dichos, el general director Ricardo Yáñez destacó que "el Presidente ha estado con los hijos de la funcionaria, es tremendamente importante".
En la unidad policial se han congregado algunas personas para dar el pésame a los funcionarios, y se ha dejado velas encendidas en ese lugar en apoyo a Carabineros.
En tanto, el cuerpo de la sargento Olivares fue entregado este lunes por el Servicio Médico Legal a su familia para su velorio, que se desarrolló en su domicilio.
Compañeros de trabajo, funcionarios de otras unidades policiales, así como vecinos y representantes de otras instituciones -como una delegación de la PDI- se han hecho presentes en ese lugar.
Este martes se realizará una reunión en la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios, previo al funeral de Olivares, fijado para las 15:00 horas en el Cementerio Parque del Sendero.
"El Gobierno no ha aplicado lo que corresponde, no ha hecho lo que tiene que hacer, y eso es lo que a nosotros nos duele. El Presidente de la República debería hacer algo", expresó Raimundo Olivares, hermano de la sargento, previo a la visita del Mandatario.
"La violencia, la delincuencia, está desatada, no se puede controlar. Le han dejado la puerta abierta a los delincuentes para que hagan y deshagan y, por otro lado, los carabineros y la PDI no pueden hacer nada contra eso, están sujetos de las manos, no pueden actuar con libertad, les pegan y le golpean, ellos van con un armamento de un calibre que es para ellos y los delincuentes con una metralletas, con armas hechizas, no hay control. Y cuando los carabineros controlan no los apoyan. Es como un chiste, como un mal chiste", manifestó.